Hay personas con sensibilidad química múltiple (SQM), electrosensibilidad (EHS), o ambas enfermedades que, desde hace años, no vivimos, sólo sobrevivimos. Lo motiva el estado de salud al que nos lleva el ambiente que circunda nuestras viviendas (cada vez más contaminado, química y electromagnéticamente); y la falta de conciencia y solidaridad social hacia nuestras dolencias (y el medio ambiente). A la par, nos vemos obligadas a vivir aisladas (en mi caso desde 2006) para no empeorar más; sin apoyo y compañía en esta travesía; y teniendo que realizar continuos y titánicos esfuerzos para intentar paliar, o solucionar, los frecuentes problemas ambientales que van surgiendo en nuestro entorno con capacidad para invadir el ambiente químico y electromagnético de nuestros domicilios, y perjudicar nuestra salud.
Los gobiernos, las administraciones y la sociedad son cada vez más excluyentes. Sobre todo, en la imposición del uso y abuso de la radiación no ionizante. Este punto es especialmente sangrante porque, de las sustancias químicas te puedes proteger algo aislándote en lo posible, y usando artículos saludables en tu vida diaria (aunque sea difícil encontrarlos y caros)); pero, ¿cómo aislarse de una radiación sintética que es continua, traspasa las paredes de tu vivienda, y no para de aumentar en cantidad y frecuencia?
Los gobiernos y compañías no sólo no ofrecen alternativas, sino que, además, o bien obligan de forma expresa a instalar tecnología inalámbrica (es el caso de los contadores energéticos y de agua, dentro de pocos años; y el de los bancos, que exigen que sus actividades bancarias se hagan por teléfono móvil únicamente, sin dar opción al cliente a que pueda realizarlas desde el ordenador exclusivamente); o bien penalizan, encarecen u ocultan la existencia de las opciones que no sean inalámbricas. No en vano, los gobiernos y la mayoría de medios de comunicación se encuentran manejados por los lobbies (en el caso que nos ocupa, por el lobby de las telecomunicaciones).
Así las cosas, cada vez se hace más larga la lista de problemas que surgen en el entorno de un afectado de SQM y/o EHS que debe resolver, porque, de no hacerlo, su salud se deterioraría aún más. Es agotador tener una salud tan precaria, y, a la vez, verse obligado a luchar (y muchos de nosotros solos) por mantener una calidad ambiental a nuestro alrededor lo más aceptable posible a nuestro estado de salud.
Cada vez más arrinconados, más excluidos, con menos opciones. Sobre todo los afectados por EHS, porque el lobby de las telecomunicaciones ha conseguido que la mayoría de los responsables políticos del planeta impongan un modelo único, sin alternativas; mientras la población mira a otro lado, apáticamente egoístamente, sin capacidad crítica ni de movilización para presionar en sentido contrario.
La población debería ser el motor de cambio de esta progresión ascendente, aunque sea para preservar el planeta, pues lo que promocionan los lobbies está suponiendo aumentar, de manera brutal, el consumo energético global en el planeta a causa de la implantación del Internet de las cosas, de la obligación de usar móviles para todo, etc. etc. Todo ello está acelerando la destrucción del medioambiente. Sin embargo, estas misma compañías luego tienen la indecencia de aparecer de adalides del medioambiente en patrocinios y anuncios en los medios de comunicación con el fin de lavar su imagen. A esto ya se le ha puesto nombre: greenwashing.
¡Con qué cinismo se actúa por avaricia! ¡Qué surrealista todo!
Frente ello, sólo hay dos opciones mientras vemos pasar nuestra vida y la del planeta: o luchar, o no luchar, por lo justo y un mundo mejor.
No luchar no da ningún fruto. Así que, lo único que puede hacerse es seguir luchando (informados, y con inteligencia y sensatez), en la medida que se pueda, porque independientemente de que se gane o pierda una batalla (o incluso la guerra), al menos que no quede el sentimiento interno de que no se intentó.
En fin, a partir de hoy, se inicia el 18º aniversario de este espacio de divulgación y lucha, independiente, altruista y pionero en SQM, llamado SISS (antes, Mi Estrella de Mar). Su andadura la inicié un 21 de mayo de 2006.
El Servicio de Información sobre Sensibilidad Química Múltiple y Salud Ambiental (SISS) fue creado y es llevado desde entonces por María José Moya Villén. El espacio se dedica a la sensibilidad química múltiple (SQM), así como a sus comorbilidades y temas relacionados: la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica, la electrosensibilidad, las enfermedades ambientales, los tóxicos sintéticos cotidianos (químicos y electromagnéticos)…
ANIVERSARIOS ANTERIORES
- 6º ANIVERSARIO (2011-2012) [no pude hacerme eco por razones de salud].
- "9º ANIVERSARIO del Servicio de Información sobre Sensibilidad Química Múltiple y Salud Ambiental tras un año intenso" [resumen evolución del SISS desde sus inicios y de la SQM].
- "10º ANIVERSARIO DEL SISS: una década al frente de los derechos de los afectados de sensibilidad química múltiple (2006-2016)" [resumen evolución del mundo en la última década, y del SISS desde sus inicios].
- 16º ANIVERSARIO (2021-2022) [no pude hacerme eco por razones de salud].
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