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28 febrero 2018

La UCV inicia la búsqueda de biomarcadores moleculares del síndrome de fatiga crónica en colaboración con universidades de Reino Unido y EEUU (2018-2019)

Equipo del Grupo de Investigación Básica y Clínica en Dolor
de la Universidad Católica de Valencia

Noticias
LA UCV INVESTIGA SOBRE EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA EN COLABORACIÓN CON LAS UNIVERSIDADES DE OXFORD (REINO UNIDO) Y NOVA SOUTHEASTERN (EEUU)

La Fundación Ramsay para la Investigación de la Encefalomielitis Miálgica (MEA, de sus siglas en inglés) ha concedido recientemente una ayuda de 50.000 libras (más de 57.000 euros) a un estudio del Grupo de Investigación Básica y Clínica en Dolor de la Universidad Católica de Valencia que dirigen Elisa Oltra, profesora de la Facultad de Medicina, y Germán Cerdá, decano de la Facultad de Medicina, cuyo objetivo es la identificación de biomarcadores para el diagnóstico y estratificación de los pacientes con afectación severa de encefalomielitis miálgica, también conocida como síndrome de fatiga crónica.

El mencionado grupo de la UCV coordina la investigación, que ha dado comienzo este mismo mes de febrero y durará un año, en colaboración con la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la Universidad Nova Southeastern, de Florida (EE UU).

Charles Shepherd, consultor médico de MEA, asegura que el Grupo de Investigación Básica y Clínica en Dolor posee “una estructura consolidada de investigación biomédica para esta clase de estudios, así como una reputación internacional en un área compleja de investigación científica a nivel celular”.

El estudio, en concreto, analizará perfiles de micro ARN en células mononucleares y en vesículas extracelulares de sangre periférica de pacientes con síndrome de fatiga crónica, y se realizará con muestras de pacientes del Biobanco Británico del Hospital en Higiene y Medicina Tropical de Londres.

UNA IMAGEN DETALLADA DE POSIBLES CAMBIOS DIAGNÓSTICOS

Como explica el mismo Shepherd, un micro ARN es una pequeña molécula que se encuentra en plantas, animales y algunos virus, y posee funciones reguladoras, incluida la regulación de la expresión génica controlando así la función celular.

“El descubrimiento y estudio de los micro ARN’s ha abierto la posibilidad de desarrollar nuevas maneras de ayudar a diagnosticar objetivamente una larga lista de enfermedades, incluido el síndrome de fatiga crónica, así como enfermedades autoinmunes y neurológicas. La investigación de Oltra permitirá construir una imagen detallada de posibles cambios diagnósticos en perfiles de micro ARN en la encefalomielitis miálgica, como ha sucedido con la fibromialgia”, aduce Shepherd.

Oltra expone que la inexistencia de una prueba diagnóstica objetivable para la encefalomielitis miálgica y síndrome de fatiga crónica, así como para la fibromialgia, “conduce a retrasos en el diagnóstico y a la falta de tratamientos efectivos con el consecuente perjuicio del paciente”.

“La ayuda concedida por la fundación Ramsay para la búsqueda de biomarcadores moleculares de la encefalomielitis miálgica abrirá nuevas posibilidades en este sentido. Este proyecto estrechará la colaboración de investigadores de la UCV con los de Oxford y Florida con los que se comparten objetivos y, en definitiva, permitirá el estudio de marcadores moleculares en voluntarios de regiones geográficamente distantes”, subraya la investigadora valenciana.

La Fundación Ramsay para la Investigación del Síndrome de Encefalomielitis Miálgica pertenece a la Asociación de Encefalomielitis Miálgica, creada en 1976, que origina y apoya investigaciones y provee de información y ayuda, educación y formación.

David Amat / comunicacion@ucv.es


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22 febrero 2018

TÓXICOS.- "Los gobiernos defienden antes los intereses de las empresas que la salud de sus ciudadanas". Kistiñe García, Dolores Romano, Carme Valls-Llobet (El Salto. 19/02/2018)


"Las mujeres somos más vulnerables a los disruptores endocrinos porque la mayoría de estas sustancias sintéticas imitan el funcionamiento de los estrógenos, que son las hormonas más abundantes en nuestro cuerpo" (fotógrafo: David Goehring. Periódico El Salto)

Ecofeminismo
DICEN QUE TIENES VENENO EN LA PIEL
La falta de interés de Europa y España por informar, limitar y prohibir las sustancias que interfieren con el funcionamiento hormonal es un atentado directo contra la salud de las mujeres


Kistiñe García, Dolores Romano, Carme Valls-Llobet

A finales del siglo pasado, la científica Theo Colborn descubrió un nuevo tipo de contaminación capaz de modificar el funcionamiento de nuestro sistema hormonal. La comunidad científica no acertó en la elección de un buen nombre para estos nuevos tóxicos, a los que bautizaron como “disruptores endocrinos”, difícil de recordar e incluso de traducir (existen diversas traducciones al castellano como contaminantes, alteradores o perturbadores hormonales).

Sin embargo, es importante que recordemos estos nombres porque, como dice el adagio vasco, “todo lo que tiene nombre, existe”. Y si hay algo que existe, aunque a menudo de forma invisible e invisibilizada, son los efectos de estos “venenos invisibles”, los disruptores endocrinos, en especial sobre la salud de las mujeres.

LAS MUJERES SOMOS MÁS VULNERABLES A LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS

Las mujeres somos más vulnerables a los disruptores endocrinos porque la mayoría de estas sustancias sintéticas imitan el funcionamiento de los estrógenos, que son las hormonas más abundantes en nuestro cuerpo. No por casualidad, otro nombre habitual para estos tóxicos es el de xenoestrógenos (el prefijo xeno significa extraño, ajeno).

Nuestro organismo no puede diferenciar entre las hormonas naturales y estos impostores, que acaban influyendo en enfermedades tan graves como el cáncer de mama y que tienen la capacidad de alterar la armonía del ciclo menstrual.

Además, nuestros cuerpos acumulan más disruptores endocrinos que los de los hombres debido a que la mayoría de los contaminantes hormonales son solubles en las grasas y el cuerpo de las mujeres posee un mayor número de células grasas para poder producir leche para amamantar. Por si fuera poco, algunas de las patologías que se han relacionado con la exposición a los disruptores endocrinos son exclusivas de la mujer: la endometriosis, el síndrome ovario poliquístico, la pubertad precoz, la menopausia precoz, el cáncer de ovarios y las alteraciones del ciclo menstrual.

El cáncer de mama en mujeres (y también en hombres) tiene estrecha relación con la exposición a estas sustancias. Según las estadísticas, una de cada ocho europeas desarrollará uno a lo largo de su vida. Sólo en el Estado español se diagnostican 25.000 nuevos casos cada año. Dos tercios de ellos están relacionados con la exposición a los contaminantes ambientales y los estudios científicos evidencian la fuerte asociación entre la cantidad de estrógenos sintéticos acumulados en el cuerpo de la mujer y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Otras enfermedades, como la fibromialgia, la fatiga crónica o la Sensibilidad Química Múltiple, predominantes en mujeres, también muestran relación con los contaminantes hormonales.

Estas diferencias de incidencia no se contemplan adecuadamente en los estudios toxicológicos ni en los protocolos de atención médica, dando lugar a una protección insuficiente de las mujeres frente a los disruptores endocrinos.

ESTOS VENENOS, EN TU TRABAJO

Las malas condiciones laborales son un factor de riesgo. No existe protección adecuada frente a la exposición en sectores muy feminizados, como los de la limpieza, el comercio, la hostelería o la agricultura. Y son empleos con una alta exposición a estas sustancias insalubres.

¿ES MI COMPRA TÓXICA?

Dependerá de lo que adquieras, pero... ¿sabías que los tickets de supermercado suelen ser de bisfenol-A, un disruptor endocrino reconocido por Europa y fuertemente relacionado con el cáncer de mama? Seguramente no, una prueba de lo silenciado que se encuentra este tipo de contaminación. Imagínate el riesgo que supone para el personal de caja de los supermercados, un trabajo realizado, en un 89% de los casos, por mujeres.

A diario, miles de mujeres se exponen durante su jornada laboral a esta hormona sintética. Las agencias europeas ya han admitido que cientos de las hijas de las cajeras padecerán cáncer de mama por culpa de la exposición laboral de sus madres. Sin embargo, los tickets de bisfenol-A seguirán siendo legales hasta 2019 y sin que se tome ninguna medida de prevención hasta entonces (como la sustitución voluntaria por tickets de otro material o el uso de guantes). Y este no es el único caso. También las limpiadoras o las mujeres que trabajan en peluquerías, que se exponen a diario a químicos tóxicos, tienen un riesgo mayor de sufrir cáncer de mama.

Sin embargo, los problemas de salud ocupacional de las mujeres son habitualmente minusvalorados y achacados a fuentes de exposición ajenas al trabajo.

¿Y MI CASA?

No hace falta trabajar en estos sectores para estar más expuesta a los disruptores endocrinos. Trabajes donde trabajes, si eres mujer, según las estadísticas, dedicas el doble de tiempo que los hombres a las tareas domésticas y usas más cosméticos, que también contienen disruptores endocrinos como los parabenos. Utilizados para emulsionar las cremas, imitan en el cuerpo el efecto de los estrógenos y se han relacionado con la aparición del cáncer de mama.

La falta de interés de Europa y España por informar, limitar y prohibir estos tóxicos es un atentado directo contra la salud de las mujeres.

No debemos creer a unas autoridades que se ponen el lazo rosa pero no toman medidas para reducir la exposición a los agentes causantes del cáncer de mama. Hasta el momento, los gobiernos no han adoptado ni una sola medida en contra de estos tóxicos, a pesar de las alarmas lanzadas por comunidades científicas y por las Naciones Unidas. También es necesario que las ciencias de la salud incorporen por fin en la docencia la gran información que ya existe sobre la contaminación ambiental y la salud. La falta de formación adecuada sobre este nuevo riesgo es también un atentado contra la salud. En este, como en otros muchos casos, los gobiernos defienden antes los intereses de las empresas que la salud de sus ciudadanas.

Fuente: El Salto (19/02/2018)

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17 febrero 2018

ROPA Y SALUD.- SQM y otros problemas de salud, relacionados con los nuevos uniformes de los auxiliares de vuelo de una compañía aérea (BMC Public Health. 2018. Peer-reviewed)

Alaska Airlines
NOTA DEL SISS.- Para contextualizar la investigación, desde el Servicio de Información sobre Sensibilidad Química Múltiple y Salud Ambiental (SISS) recordamos que la industria textil no ecológica se basa en el uso de materiales en cuyas plantaciones se usan pesticidas; en tejidos sintéticos; en sustancias químicas problemáticas que se utilizan en los diferentes procesos de la producción textil incluido el de los tintes (ftalatos, metales pesados, alquilfenoles, formaldehído, aminas, etc); y en el curtido del cuero con tóxicos como el cromo VI (un reconocido cancerígeno). Si deseara ampliar esta información recomendamos la lectura del artículo “Tóxicos textiles: lo que esconden tus prendas de ropa” (2017), donde entre otras cosas se indica que, “dependiendo de la materia prima y de cómo haya sido tratado el tejido, las sustancias que son usadas en el proceso de producción textil pasan a nuestra piel cuando las vestimos”.

.......................

PROBLEMAS RELACIONADOS CON LOS UNIFORMES NUEVOS DE LOS AUXILIARES DE VUELO

McNeely E (1,2), Staffa SJ (3), Mordukhovich I (3), Coull B (3)

(1) Department of Environmental Health, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Building 1, Room 1401, 655 Huntington Avenue, Boston, MA, 02115, USA. emcneely@hsph.harvard.edu.

(2) Center for Health and the Global Environment, Harvard T.H. Chan School of Public Health, The Landmark Center, 4th Floor West, P.O. Box 15677, 401 Park Drive, Boston, MA, 02215, USA. emcneely@hsph.harvard.edu.

(3) Department of Environmental Health, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Building 1, Room 1401, 655 Huntington Avenue, Boston, MA, 02115, USA.

TRADUCCIÓN DEL INGLÉS Y NOTAS: María José Moya Villén

RESUMEN

Los auxiliares de vuelo de Alaska Airlines informaron de problemas de salud después de la adopción de nuevos uniformes en 2011. La aerolínea reemplazó la vestimenta en 2014, sin reconocer el perjuicio. Para comprender los posibles efectos en la salud relacionados con los uniformes analizamos los síntomas comunicados por la tripulación que participó en el Harvard Flight Attendant Health Study entre 2007 y 2015, esto es, el período anterior, durante y posterior a la introducción de los nuevos uniformes.

METODOLOGÍAS

Se computó una prevalencia estandarizada de síntomas respiratorios, dermatológicos y alérgicos de partida, así como durante y después de los cambios de uniformes en 684 auxiliares de vuelo, con un número variable de encuestas realizadas en cada momento. Se usaron las ecuaciones de estimación generalizadas (GEE -1-) para mostrar la relación entre los problemas al inicio en comparación con el período de exposición, después de ajustarlos por edad, sexo y hábito de fumar y ponderar a los encuestados por la probabilidad de desgaste a lo largo del período de estudio.

RESULTADOS

Tras la adopción de los nuevos uniformes se encontró que se había incrementado la prevalencia de los siguientes problemas (por ciento): la sensibilidad química múltiple (10 frente a 5), el prurito/la piel irritada (25 frente a 13), la erupción/la urticaria (23 frente a 13), el picor de ojos (24 frente a 14), la visión borrosa (14 frente a 6), la congestión nasal (28 frente a 24), el dolor de oídos (15 frente a 12), la garganta irritada (9 frente a 5), la tos (17 frente a 7), la ronquera/la afonía (12 frente a 3), y la dificultad respiratoria (8 frente a 3). Las posibilidades de presentar varios problemas aumentaron significativamente comparado con la situación inicial después de ajustar los factores de confusión potenciales.

CONCLUSIÓN

El estudio encontró relación entre las quejas de salud y la implantación de los nuevos uniformes en esta cohorte longitudinal de carácter ocupacional.

PALABRAS CLAVE

Alérgico; Dermatológico; Salud Ambiental; Auxiliares de vuelo; Sensibilidad química múltiple; Epidemiología ocupacional; Respiratorio; Textiles; Uniformes.


-1- GEE: Generalized Estimating Equations.

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