“Indignación” es como se llama el número de julio de 2011 (n. 53) de porExperiencia, la revista trimestral de Salud Laboral de CCOO, cuyo dossier en esta ocasión se ha dedicado a la SQM, bajo el título “Exposición a tóxicos y sensibilidad química múltiple” (págs. 9-16). En él podemos encontrar las siguientes entrevistas y artículos:
- Visualizar para prevenir. Fernando Rodrigo (pág. 9)
- “Con los actuales niveles de exposición a tóxicos, nos enfrentamos a una pandemia". Joaquim Fernández-Solà, médico (pág. 10).
- Vidas rotas: ¿Cómo enferman los trabajadores y trabajadoras? (pág. 12)
- Baja percepción del riesgo químico. Eva Espinar y Cristina López, profesoras de Sociología de la Universidad de Alicante (pág. 13)
- “Deberíamos utilizar más el baremo de agentes químicos”. Jaume Cortés Izquierdo, abogado (pág. 14)
- Intoxicaciones, acción sindical y prevención colectiva. Loly Fernández Carou, responsable del Departamento de Salud Laboral de CCOO de Cataluña (pág. 15)
- “La OMS ha sido muy clara: España tiene la soberanía para reconocer la SQM”. Francisca Gutiérrez, presidenta de ASQUIFYDE (pág. 16)
De entre este extenso dossier de ocho páginas -todo él de interés y que puede leerse en el PDF adjunto-, deseamos reseñar de forma especial la entrevista del Dr. Solà por lo necesario que es difundir, por parte de todos, la denuncia que expone, y mostrar con ello nuestro apoyo activo.
Sacar a la luz las prácticas sanitarias de la SANIDAD PÚBLICA con criterios ajenos a las necesidades de los pacientes, y al buen quehacer de los sanitarios que quieren hacer bien su trabajo, es necesario, para sonrojo de quienes imponen tales situaciones a los pacientes, mientras presionan a nuestros médicos.
Mostrar este tipo de hábitos es algo que nos incumbe a todos -ciudadanos sanos, enfermos y no enfermos de SQM-, porque se trata de malas prácticas (y en el caso de la SQM, además, de una forma de no-asistencia sanitaria, de desprecio hacia sus enfermos y de no reconocimiento de la enfermedad encubiertos) que hay que revertir, a pesar de lo triste que es ver que haya legislación que las sustente y ampare ("política" sanitaria lo llaman, qué eufemismo).
Mostrar este tipo de hábitos es algo que nos incumbe a todos -ciudadanos sanos, enfermos y no enfermos de SQM-, porque se trata de malas prácticas (y en el caso de la SQM, además, de una forma de no-asistencia sanitaria, de desprecio hacia sus enfermos y de no reconocimiento de la enfermedad encubiertos) que hay que revertir, a pesar de lo triste que es ver que haya legislación que las sustente y ampare ("política" sanitaria lo llaman, qué eufemismo).
ENTREVISTA AL DR. SOLÀ: “CON LOS ACTUALES NIVELES DE EXPOSICIÓN A TÓXICOS, NOS ENFRENTAMOS A UNA PANDEMIA”
Berta Chulvi
El nombre de Joaquim Fernández Solà es un referente en el ámbito de la sensibilidad química múltiple (SQM) y las patologías asociadas. Ha publicado numerosos artículos científicos y es el coordinador de la Unidad Multidisciplinar de Fatiga Crónica del Hospital Clínic de Barcelona donde, entre 2001 y 2008, fueron atendidas muchas pacientes que sufrían SQM. Desgraciadamente, desde 2008 no se ha podido seguir atendiendo a estos pacientes en el sistema público y sólo se ha podido mantener su atención en circuitos de medicina privada.
SUENA INCREIBLE QUE UN HOSPITAL NO PERMITA A UN EQUIPO MÉDICO ATENDER A UNA SERIE DE PACIENTES...
Sí, suena increíble, pero es la situación que vivimos. Y además no es un caso único. La única razón que se nos dio desde la dirección médica de nuestro centro es que no podíamos seguir atendiendo a pacientes que padecían alguna hipersensibilidad química o ambiental porque no teníamos un programa específico para ello. La indicación parece ser que procedía de la Generalitat de Catalunya y nos debimos atener a ella porque somos un hospital público.
Sin embargo, no es la primera vez que pasa. Julián Márquez, que era una referencia en el Hospital Universitari de Bellvitge, no encontró ninguna colaboración por parte del hospital durante sus años de trabajo en SQM y al día siguiente de su jubilación cerraron su unidad. La coartada para todo esto es que la SQM no está reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque hay países que sí la han reconocido. Y si no está reconocida es, desde luego, porque existen intereses, porque evidencia clínica hay más que suficiente.
¿CÓMO PODEMOS EXPLICAR QUÉ ES LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE?
Cuando hablamos de sensibilidad química múltiple estamos hablando de una pérdida de tolerancia a agentes químicos tan diversos y comunes como los que se encuentran en productos de limpieza, colonias, disolventes, etc. Esa pérdida de tolerancia se puede producir por una sobreexposición a un producto tóxico, como ocurre, por ejemplo, con las trabajadoras de limpieza que se han visto expuestas a una fumigación con insecticidas, o puede producirse por una exposición reiterada a pequeñas dosis. Por ejemplo, una persona que trabaje con un disolvente que tiene una concentración de un producto tóxico al que repetidamente se está exponiendo.
Una vez se desarrolla esa hipersensibilidad el paciente reacciona de forma recurrente ante dosis muy pequeñas. A esta intolerancia a dosis pequeñas se le llama “patosmia”. Este es un término nuevo que desafía el paradigma clásico de la toxicología que vincula “dosis-efecto”. Para las personas que han desarrollado esa hipersensibilidad, ante cualquier dosis puede darse un efecto sintomático.
Pero además se trata de una sensibilidad “múltiple” porque cuando se desarrolla la sensibilidad a un producto vemos que también se desarrolla ante otros productos no relacionados. Por ejemplo, si alguien que ha estado expuesto laboralmente a insecticidas organofosforados llega a su casa, se aplica un perfume y ve que no lo tolera: ¿qué tienen en común los organofosforados con el perfume? Pues que ambos son productos químicos.
Pero además se trata de una sensibilidad “múltiple” porque cuando se desarrolla la sensibilidad a un producto vemos que también se desarrolla ante otros productos no relacionados. Por ejemplo, si alguien que ha estado expuesto laboralmente a insecticidas organofosforados llega a su casa, se aplica un perfume y ve que no lo tolera: ¿qué tienen en común los organofosforados con el perfume? Pues que ambos son productos químicos.
Esa hipersensibilidad, al final, desarrolla una enfermedad porque altera de forma persistente y marcada la salud del paciente. Aunque nos cueste de reconocer es una enfermedad que no corresponde a una alergia, ni a una intoxicación ni a una somatización.
¿A CUÁNTAS PERSONAS AFECTA LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE?
Los estudios muestran que hasta un 35% de la población en algún momento de su vida padece algún fenómeno de hipersensibilidad, pero que no le causa enfermedad persistente. Entre un 2 y un 5% reúne criterios de sensibilidad química múltiple. Casos graves encontramos 1 por cada 2.000 personas. Tenemos una incidencia ocho veces mayor en mujeres que en hombres.
En general es mucho más frecuente en las mujeres porque las hormonas femeninas, los estrógenos, potencian la sensibilización a nivel cerebral. Sin embargo, con los actuales niveles de exposición a tóxicos estamos ante el inicio de una pandemia. Me explico: ante un foco de contaminación ambiental no todas las personas reaccionan igual, ya que hay dos factores: 1) el factor tóxico en el ambiente y 2) el factor de sensibilidad personal.
Como los niveles de exposición a tóxicos en nuestra sociedad son cada vez más altos, se van incrementando los casos de hipersensibilidad. Además, hay más personas que tienen en su herencia genética un alto factor de sensibilidad personal. Es decir, nosotros ya nacemos con un nivel de tolerancia mucho menor que nuestros padres, y nuestro organismo se sensibiliza progresivamente a esos productos químicos acercándose rápidamente a las cantidades máximas que nosotros podemos tolerar.
Estamos globalmente en un proceso de autodestrucción muy evidente. Y el que no lo quiera ver, que recapacite, observe y verá lo que pasa en los próximos años.
Como los niveles de exposición a tóxicos en nuestra sociedad son cada vez más altos, se van incrementando los casos de hipersensibilidad. Además, hay más personas que tienen en su herencia genética un alto factor de sensibilidad personal. Es decir, nosotros ya nacemos con un nivel de tolerancia mucho menor que nuestros padres, y nuestro organismo se sensibiliza progresivamente a esos productos químicos acercándose rápidamente a las cantidades máximas que nosotros podemos tolerar.
Estamos globalmente en un proceso de autodestrucción muy evidente. Y el que no lo quiera ver, que recapacite, observe y verá lo que pasa en los próximos años.
¿QUÉ ES LO PECULIAR DE LA SQM?
Es una enfermedad nueva y compleja. Nueva porque sólo se define científicamente a partir de los años 80. ¿Y por qué antes no estaba? No estaba –o estaba sólo en entornos laborales de la industria química– porque no existía la multiexposición química masiva que existe actualmente y que ha provocado que esto aflore. Es además una enfermedad compleja. “Compleja” no quiere decir complicada. “Compleja” es un concepto médico que aparece en los años 80 para referirse a las enfermedades que no tienen una única causa.
Otro aspecto importante es que hay muchos tipos de hipersensibilidad, la química es la más común, pero están también la alimentaria y la ambiental (eléctrica, magnética, ionizante y sonora).
Es importante constatar que existe evidencia científica de que se produce un efecto sumatorio y probablemente sinérgico entre ellas. Es decir, que tener una exposición nociva a químicos y a otra causa ambiental no suma dos, suma cuatro. Por ejemplo, una persona que tenga en su trabajo una exposición química importante, si vive cerca de un tendido eléctrico de alta tensión posiblemente le afectará mucho más que si no vive allí. Y si existe ruido ambiental, aún peor.
Es como si las personas tuviéramos un barril (nuestro umbral de tolerancia) que ya viene algo lleno por nuestra herencia genética y lo vamos llenando de problemas. Cuando el barril está lleno cualquier pequeño incidente puede hacer que rebose, y entonces es cuando se declara clínicamente la enfermedad.
Es importante constatar que existe evidencia científica de que se produce un efecto sumatorio y probablemente sinérgico entre ellas. Es decir, que tener una exposición nociva a químicos y a otra causa ambiental no suma dos, suma cuatro. Por ejemplo, una persona que tenga en su trabajo una exposición química importante, si vive cerca de un tendido eléctrico de alta tensión posiblemente le afectará mucho más que si no vive allí. Y si existe ruido ambiental, aún peor.
Es como si las personas tuviéramos un barril (nuestro umbral de tolerancia) que ya viene algo lleno por nuestra herencia genética y lo vamos llenando de problemas. Cuando el barril está lleno cualquier pequeño incidente puede hacer que rebose, y entonces es cuando se declara clínicamente la enfermedad.
No estoy asombrada de este trabajo, es como nos sueles sorprender, con exposiciones bien trabajadas. Como olas de vida.
ResponderEliminarGracias Mariajo.
Pilar Remiro.
Mariajo:
ResponderEliminarLo he leído todo y me ha parecido muy interesante.
La entrevista al DR. Solá es magnifica, lo deja todo muy claro se entiende perfectamente y creo que lleva ucha razón en pensar que esto va a más a paso rápido.
Por que yo al menos si miro hacía atrás en mi vida no recuerdo este boom de olores, y ahora es imposible, este verano me anime a dar unos paseos 8ya sabs por mis problemas con las piernas)y te puedo decir que aún estando las calles vacias y todo cerrado "olía"
antés no habia esto, toda la gente huele igual, las casa igual en fin.
te felicito y te doy las gracías, espero que sirva poco a poco para algo, yo desde aquí también pido un centro de referencia en cada Comuniidad, para que los enfermos de SQM, tengamos donde acudir si lo necesitaramos de manera que tuvieramos un trato humano y asistencial como cualquier enfermo de cualquier otra patología.
Un abrazo para todos
Tania
Nunca me "cansaré" de daros las gracias a todos vosotros que lucháis por tantas personas que en silencio, y como desaparecidas, seguimos adelante casi sin cuerpo, y muchas veces sin mente, pero con el suficiente ánimo y "energía" para seguir dando pasos adelante.
ResponderEliminarGracias, muchas gracias por ser nuestras voces, nuestros pies, nuestros rostros,... gracias, y que Dios os bendiga.
Carmen Rangel 1 septiembre 2011
ResponderEliminarEl caso del Sr. Servando Perez, tiene mucha similitud al mio, me conceden la incapacidad en grado de absoluta por......(entre una larga lista de patologias), hipersensibilidad a la quimica múltiple, producida por la intoxicación mercurial y otros metales pesados que me produjo la extracción sin protocolo, de 7 amalgamas dentales que era portadora, pero igual que al Sr. Servando al visitarme el Dr. Santiago Nogué Xarau, negó lo que estaba más que evidente con pruebas en mano.
Una analitica en sangre y orina cuando está más que cientificamente demostrado que no siempre estas eliminando ya que el mercurio es acumulativo en organos vitales, resultados: para el Dr. Nogué normales y para casa como presquición diazepan para el insomnio.
Resultados en la prueba de Test de la Hidrargiria Provocada, altisimos niveles de MERCURIO y metales pesados pero estaba claro que no reconoceria su error al cabo de dos años, por mas pruebas que le mostrase.
Como usted dice Dr. Fernandez Solá, porque existen intereses, porque evidencia clínica hay más que suficiente.
Me tengo que costear el tratamiento por lo privado, la batalla es con el Ministerio de Sanidad, no consigo que se me abone el coste de mi tratamiento, aún cuando la opinión de otro Toxicologo es que continue con la medicina que sigo, ya que en la pública no existe tratamiento.
PRUEBA de DMPS:
LAB#: U090428-0200-1
PATIENT: Carmen Rangel
SEX: Female
AGE: 56
CLIENT#: 22844
DOCTOR: J. Garant Mendoza, MD
Urb. Jardines De Sierra Blanca 6.1.Ll
Nagueles. Marbella. Malaga, 29600 SPAIN
Pilarcita, qué bien leerte por aquí. Con lo afectadilla que estás de la SQM, valoro mucho tu esfuerzo. Me alegro mucho de que te haya gustado esta entrada.
ResponderEliminarEl dossier sobre SQM de CCOO es muy bueno, y la entrevista al Dr. Solà no tiene desperdicio. Es magnífica y su lectura es altamente recomendable para quien no conozca, o aún le queden dudas respecto a lo que hay tras la trastienda de los intentos de algunos médicos de la sanidad pública por atender (o seguir atendiendo) a los enfermos de SQM.
Un fuerte abrazo guapa,
Estimada Tania, como siempre, unas reflexiones muy acertadas las tuyas.
ResponderEliminarEfectivamente, las palabras del Dr. Solà son magníficas, por cuanto que son muy claras en su denuncia de muchas cosas.
El tema de los olores, independientemente de que nosotras podamos haber empeorado de nuestra SQM y que eso nos haga “oler” más las cosas, y que nuestro mismo olfato altere el sentido de algunos químicos que olemos, lo que sí es cierto que a mí también me pasa que noto que cada vez vivimos en un mundo con mayor cantidad de químicos y cada vez más descontrolados. ¡Se notan (huelen) por todas partes!.
Hace unos años, al comienzo de mi SQM, al menos con mascarilla se podía transitar por algunos sitios; y si eran callejuelas del casco antiguo y sin gente a la vista, a veces hasta se la podía quitar una a ratos. Pero es que desde hace un tiempo (unos años, también), ¡es imposible!.
Lo cierto es que, lo pocos momentos puntuales que he podido pisar la calle, desde 2006, aún en condiciones especiales de días nublados o con lluvia y sin gente, la sensación ha sido como si todas las calles, en sí mismas, traspiraran un batiburrillo de químicos, pestilente y vomitivo.
Mi pregunta ante esto, es, ¿cómo es que la gente se puede acostumbrar a algo así, hasta anular incluso, su capacidad de darse cuenta de ello?.
Yo lo comparo a los que fuman: que se les atrofia el olfato y el sabor, y hasta que no dejan de fumar, ¡viven sin darse cuenta de que les falta esos dos sentidos, en su vida cotidiana!.
Gracias de corazón por estar siempre ahí, apoyando, comentando, aportando información sobre las cosas que encuentras que nos puedan ser útiles: ¡eres un lujo para todo el colectivo!.
Un besito guapa,
¡Hola eiswomann, cuanto tiempo!, gracias a vosotros por estar ahí, leyendo, aportando, difundiendo, y haciéndoos presentes en la red. Somos muchos, y hacernos visibles es labor de todos y por todos.
ResponderEliminarUn beso fuerte,
Hola Carmen, gracias por exponernos tu testimonio. Estoy segura de que servirá para que quien lo lea, sienta que ni es la única persona que tiene estas patologías; ni la única con ellas, luchando por sus derechos…
ResponderEliminarEs realmente difícil la situación de vivir con una patología crónica limitante, pero si a ello se añade las dificultades de todo tipo que la Administración pone para dignificarla delante de médicos y profesionales, por medio de la información; los problemas para su tratamiento, que ni se plantean intentar; etc., la verdad es que todo se hace mucho más difícil aún, si cabe.
Te envío un fuerte abrazo y muchos ánimos. Los necesitamos,