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03 noviembre 2008

INFARTO EN MUJERES (estudio del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan. EEUU)


LOS ATÍPICOS ATAQUES AL CORAZÓN DE LAS MUJERES

Cristina de Martos.- Madrid
Dolor de mandíbula, náuseas, vómitos y unas arterias aparentemente sanas a la exploración. Estos son los extraños síntomas y signos de un infarto en algunas mujeres. Las diferencias no terminan ahí, las pacientes femeninas reciben además menos tratamiento que los hombres y mueren más por culpa de las enfermedades coronarias, según un trabajo publicado esta semana.

A pesar de que el dolor en el pecho sigue siendo el principal síntoma de un infarto, algunos pacientes, principalmente mujeres, presentan otras molestias, como dolor de mandíbula, náuseas o vómitos, que pueden llevar a engaño. Esta es una de las conclusiones que salen a relucir en un estudio publicado en la revista 'Heart' en el que tomaron parte más de 25.000 personas que habían sufrido un ataque al corazón.

El análisis de los datos de estos pacientes, del tipo de infarto, sus síntomas, las terapias recibidas y su evolución en el tiempo destapó otras brechas entre ambos sexos. Por ejemplo, al realizarles una angiografía –una técnica de imagen para explorar los vasos del corazón, que si están dañados pueden provocar el ataque-, los investigadores se percataron de que las obstrucciones visibles de las arterias coronarias eran menos frecuentes en las mujeres.

La ausencia de alteraciones en los vasos del corazón detectables mediante este tipo de técnicas es, en condiciones normales, una buena noticia. Sin embargo, cuando una persona ha sufrido o está sufriendo un infarto es algo sorprendente y paradójico. Esta situación, que con frecuencia afecta a las féminas, se ha denominado síndrome coronario microvascular, y consiste en bloqueos que se producen en pequeñas arterias y no en las principales del corazón.

FRACASO DEL TRATAMIENTO Y EL SEGUIMIENTO
Lo más llamativo de este trabajo, realizado por un equipo del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, se refiere al manejo de los pacientes con infarto de miocardio. Especialmente, en personas con un daño moderado de las coronarias.

Una de las intervenciones más comunes para 'desatascar' los vasos del corazón –cuando estos están obstruidos por placas de ateroma- es realizar una angioplastia. Según los hallazgos de este estudio, coordinado por Kim Eagle, director del citado centro, las mujeres recibían esta terapia en un 7% de los casos frente al 17% de los varones. Otras medidas terapéuticas, como el bypass, se utilizaron por igual.

"Hemos hecho grandes progresos en el tratamiento de la enfermedad cardiaca en mujeres, pero estos datos demuestran que todavía queda mucho que hacer", ha declarado Kim Eagle.

Las diferencias no se limitaron a las intervenciones más agresivas, como el cateterismo o el bypass, sino también a las farmacológicas. Los beta-bloqueantes, las estatinas y los inhibidores de la ACE, tres medicamentos esenciales para evitar futuros infartos, se recetaban menos a las mujeres que a los hombres. Esta situación se vio reflejada en una mayor mortalidad y recurrencia de estos episodios entre las pacientes femeninas al cabo de seis meses del ingreso.

"Tenemos dos retos educativos a la vista basándonos en estos datos –ha explicado Lisa Jackson, coautora del estudio-. Educar a las mujeres para que puedan reconocer tanto los síntomas típicos como los atípicos del infarto, y enseñar a los médicos que la enfermedad coronaria no obstructiva sigue siendo una patología y como tal precisa tratamiento".

Fuente: El Mundo-Salud (6-05-08)

POSTS RELACIONADOS: ECOFEMINISMO, SALUD, SSQM (Alicia Puleo-catedrática de Filosofía Moral, directora de la Cátedra de Estudios de Género de la Univ. de Valladolid)

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NOTA DE MI ESTRELLA DE MAR: ¿será esta la noticia oida hace unos meses sobre un estudio médico que había concluido -pero con palabras suaves- que ante la llegada a Urgencias de un hombre y una mujer con síntomas de infarto se había constatado que mientras a él se le derivaba mayoritariamente a la Unidad Coronaria a ella lo hacían a la de Salud Mental?. Así nos va dentro de la Medicina...

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3 comentarios:

Mi vida en 20 kg. dijo...

Uf que complicado, por lo demas tienen razon, ya que se cree que los problemas de las mujeres son normalmete por stress o situaciones emocionales y eso lleva a cometer grandes errores.
Me sorprende la cantidad de sintomas diferentes que ademas hacen confundir la patologia.

Un beso grande y como siempre me voy feliz de haberte leido.

María Jesús dijo...

Que información más interesante, hay cosas que no sabía. Gracias por el post.

Un beso

María José Moya dijo...

Pues sí Fer y María Jesús, hasta hace poco (y aún hoy sigue predominando), para investigar enfermedades se escogían a hombres como objeto de estudio. Luego, esto se extrapolaban como medida estándar a los otros grupos poblacionales (mujeres, niños y ancianos), reduciendo o subiendo las dosis sin ver si la patología podría presentar o no una forma diferente o peculiaridades en los otros grupos, y si por tanto la medicación e indicaciones para hombres eran o no válidos para los demás.

Cualquier síntoma fuera del “estándar” y cualquier manera de narrar el paciente sus dolencias diferente a este, eran invalidados y aprovechado por el machismo inherente en el ADN de gran parte de la sociedad durante tanto tiempo para ser encuadrado de hipocondrias, neurastenias, histerimos, etc. de mujeres (amas de casa sin más objetivo que quejarse ante el médico).

Esta pauta lamentablemente ha seguido hasta nuestros días a pesar incluso de que la mujer-paciente que el médico o doctora (llevada por la corriente marcada por sus compañeros masculinos) estuviera evaluando tuviera tantos o más estudios universitarios y preparación dentro de su campo como el mismo profesional médico por el que es atendida interrogándola con sospecha y prepotencia.

Si no estuviera con esta fatiga continua podría comentaros más cosillas al respecto, pero bueno, con estas notas yo creo que ya nos hacemos una idea todos ;)

Un gran abrazo a las dos,

PD: toda esta situación de inferioridad en que la medicina ha puesto a la mujer (y que parece que por fin se están levantando voces denunciándolo) se multiplica por mil en caso de hablar de enfermedades con predominio femenino (excepto excepciones por su carácter de pandemia, como el cáncer de mama). En estas, por no haber no hay ni investigaciones al respecto, que sólo se sacan poco a poco (y no siempre en la dirección correcta y de manera imparcial para no acabar concluyendo que se está ante una "enfermedad psquiátrica de mujeres") bajo la presión activa a lo largo del tiempo de las mismas enfermas, simpatizantes, familiares y los pocos médicos que las apoyan y se interesan (ej. la Fibromialgia).

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