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26 abril 2008

FUMIGACIONES EN... ESPAÑA (Valencia, Barcelona, Islas Canarias)

VIDEO 1
LUGAR: parque Can Sellarès (Viladecans. Barcelona)
DURACIÓN: 00:41



RESUMEN: fumigación del parque Can Sellarès (Viladecans. Barcelona) mientras juegan niños a pocos metros. Como dicen en la descripción del video: si esto es a la vista de todos que no harán cuando nadie les vea. Video-denuncia.

VIDEO 2
LUGAR: urbanización Entrepinos (La Eliana. Valencia). 2007.
DURACIÓN: 01:18
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RESUMEN: voz en off. Denuncia de fumigación -sin notificación previa a los vecinos-, de las lindes del bosque que da a la urbanización de Entrepinos y de sus calles. El trabajo lo llevan a cabo 2 veces/año. ¿Consecuencias de no estar informados?: la posible intoxicación de niños que jueguen en la zona y la agravación de problemas en enfermos crónicos, con problemas respiratorios, de alergia, etc.

VIDEO 3
LUGAR: urbanización Entrepinos (La Eliana. Valencia). 2007.
DURACIÓN: 03:59
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RESUMEN: voz en off. Denuncia de la aparición súbita de cubos con insecticida en las calles de Entrepinos y lindes del bosque que da a las viviendas, sin notificación a los vecinos (la Conselleria de Agricultura avisó de su colocación al ayuntamiento -escrito del 7/03/2007-, pero este no lo comunicó al presidente de la asociación de vecinos por lo que estos no pudieron enterarse). ¿Resultados?: el paseo con los hijos por la zona preguntándose qué son estos cubos y amenaza de que niños, perros y demás animales toquen y/o manipulen estos envases.

VIDEO 4
LUGAR: barranco de Mogán (Islas Canarias). 2008.
DURACIÓN: 01:33
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RESUMEN: Los Verdes denuncian a través de un portavoz la fumigación por parte del Cabildo de Gran Canaria de los cañaverales que crecen de manera espontánea en la zona a menos de 150 metros de viviendas y cerca de zonas de agricultura ecológica. Demandan que se hagan “en áreas experimentales alejadas de las zonas y de los asentamientos rurales” y denuncian que el herbicida que se está utilizando es glifosato, que aunque permitido por la legislación, existen dudas “razonables” sobre su impacto en la salud de las personas. Las Islas Canarias es uno de los lugares del sur de Europa con mayor concentración de cáncer de mama.

VIDEO 5
LUGAR: Turís (Valencia). 2008.
DURACIÓN: 00:51
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RESUMEN: noticia ofrecida por EFE. Muerte de un joven de 27 años y la intoxicación de su hermano menor tras la realización de una fumigación por parte de una empresa en el hogar familiar para acabar con una plaga de termitas. Ambos hermanos eran arquitectos -al igual que su padre-, y trabajaban juntos en el despacho que este tiene en una zona anexa a la vivienda donde ocurrieron los hechos.

FUMIGACIONES EN... LATINOAMÉRICA (Ecuador-Colombia, Argentina, República Dominicana, Perú)

VIDEO 1
LUGAR: Ecuador/Colombia
DURACIÓN: 10:19


(nota: video con un par de pequeños defectos de sonido).

RESUMEN: reportaje de TeleSUR (Venezuela) con entrevista a Arturo Campaña, integrante de la Comisión Científica de Ecuador. Se explica el contencioso Ecuador-Colombia por las fumigaciones con glifosato llevadas a cabo por Colombia en la línea fronteriza, dentro del llamado Plan Colombia’. Las aspersiones han repercutido seriamente en la salud de las comunidades campesinas fronterizas de Ecuador (5.000 individuos) así como en animales y todo el ecosistema de la zona. Ecuador reclama responsabilidades políticas y económicas que Colombia no acepta. Esto llevó a Ecuador a llevar el caso ante el Tribunal Internacional de La Haya, en 2007. Las fumigaciones fueron contratadas a la compañía trasnacional estadounidense DynCorp. Los efectos del tóxico empleado (glifosato) se describen desde el minuto 07:48 al 08:48 [proveedor del glifosato: Monsanto].

VIDEO 2
LUGAR: Ecuador/Colombia
DURACIÓN: 08:52
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RESUMEN: entrevista que denuncia los intereses económicos ocultos en las aspersiones con glifosato, llevadas a cabo por Colombia con la excusa de acabar con los campos de coca. La alianza EEUU-Monsanto-Colombia. Secuelas en la salud y el medio ambiente.

VIDEO 3
LUGAR: ayuntamiento (¿Argentina?) 2006.
DURACIÓN: 03:35
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RESUMEN: Trabajadores fumigando con mascarillas (pero sin cubrirse ojos, brazos, ni cuero cabelludo adecuadamente, como si la piel no absorbiera los gases). Por indumentaria llevan únicamente ropa de empresa normal, una simple gorra y guantes de látex. Visto el desconocimiento de las medidas de seguridad por parte de ellos y de sus empresas, podemos imaginar que tras acabar la jornada laboral la ropa de trabajo (ya ni hablemos del calzado) la meten en la lavadora de sus casas junto a la demás sin pensar en más. También puede intuirse que tampoco sepan el tiempo de seguridad establecido entre fumigaciones y restablecimiento de la actividad en los locales a donde van. Todo ello puede resultar en enfermedad del trabajador y de los usuarios y personal de estos sitios (que de no ser informados de la fumigación será imposible que establezcan relación causa-efecto). Observar al final del video cómo sale el gas tóxico por las ventanas hacia el exterior. Ufff (no es un video-denuncia ¿pero, a que lo parece?). Horripilante

VIDEO 4
LUGAR: jardín particular (Argentina). 2008
DURACIÓN: 00:12
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RESUMEN: fumigación de mosquitos, en especial del dengue. Observemos que el chico se mete de lleno en la densa humareda sin protección alguna.

VIDEO 5
LUGAR: granja avícola (República Dominicana). 2007
DURACIÓN: 00:09
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RESUMEN: desinfección de granja de pollos (nota: observemos el gasto económico que supone hacer las cosas erróneamente desde el principio en aras de aumentar la cantidad a favor de la calidad con fines exclusivamente económicos: creación de granjas industriales ; compra de comida llena de química para diferentes fines -crecimiento y engorde rápido, eliminación de parásitos por la cria en masa en espacios reducidos, etc.- ; fumigaciones y contratación de empresas para llevarlas a cabo ; etc., etc.).

VIDEO 6
LUGAR: piso (Perú). 2008.
DURACIÓN: 00:37
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RESUMEN: fumigación llevada a cabo por trabajador en ropa de calle y sin ningún tipo de protección. El video se titula “Saneamiento ambiental” (¿irónico o broma de mal gusto?).

23 abril 2008

FUMIGACIONES EN LOS PUESTOS DE TRABAJO vs. SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA Y SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE (El País. 27/04/04)

Sustancias tóxicas
VARIOS COMPONENTES DE LOS INSECTICIDAS MULTIPLICAN EL RIESGO DE SUFRIR FATIGA CRÓNICA
Miquel Noguer. Barcelona. 27/04/2004

Exponerse a productos insecticidas y no ventilar bien las dependencias que han sido fumigadas puede ser suficiente para desencadenar el síndrome de la fatiga crónica en las personas más sensibles al contacto con los organofosforados. Estas sustancias son uno de los componentes básicos de muchos de los líquidos utilizados para la fumigación de oficinas y viviendas y atacan directamente a las mitocondrias celulares, encargadas de convertir en energía los nutrientes ingeridos.

Los casos de trabajadores, y sobre todo trabajadoras, afectados por las fumigaciones de sus centros de trabajo ya se acumulan por decenas en los juzgados, ya que muchos de ellos tienen grandes dificultades para demostrar que su dolencia es una enfermedad laboral contraída en sus puestos de trabajo.

La endocrinóloga Carme Valls, directora del programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del Centro de Análisis y Programas Sanitarios, considera que "finalmente se está demostrando la clara relación que existe entre la fatiga crónica de muchas trabajadoras y su exposición más o menos frecuente a insecticidas y plaguicidas". La endocrinóloga, por cuya consulta han pasado más de 250 perjudicadas por fumigaciones realizadas en su centro de trabajo, confirma que son las mujeres las más sensibles: "Sólo llevo los casos de tres hombres y todos ellos trabajaban en empresas de fumigación", explica Valls.

Joaquín Fernández Solà, responsable de la unidad de Fatiga Crónica del hospital Clínic de Barcelona, asegura que la inhalación o contacto con insecticidas compuestos por organofosforados no son la causa "directa" de la fatiga crónica, pero sí son un "factor precipitante". "Y en algunos casos es suficiente una sola exposición a estas sustancias para comenzar a desarrollar los síntomas de esta enfermedad", advierte. Investigadores del hospital Clínic están realizando un estudio para determinar el alcance exacto del daño celular causado por los organofosforados, pero Fernández Solà ya advierte que "la relación es bastante clara".

La mayor parte de casos de fatiga crónica atendidos por Valls y Fernández Solà tienen rasgos comunes. "Son personas que estuvieron expuestas a una fumigación y comenzaron a sentirse mal al día siguiente, aunque la intoxicación desapareció pasados unos días", explica el médico del Clínic. Sin embargo, muchas de estas personas respondieron mucho peor al contacto posterior con insecticidas y en algunos casos las dolencias se hicieron crónicas.

Jaume Bofill, perito y master en evaluación del daño corporal, cree que las denuncias por haberse visto sometido a fumigaciones irregulares en el sistema de trabajo se dispararán en un futuro próximo.

"Nos encontramos ante un problema creciente y cuando un trabajador se da cuenta de que su malestar es producto de la sobreexposición a insecticidas, sus compañeros de trabajo se dan cuenta que ellos también pueden estar afectados", explica. Además, prosigue Bofill, "cada vez es más difícil ocultar la relación causal entre la exposición a los organofosforados y la fatiga crónica y los jueces también están cada vez más sensibilizados sobre este problema de salud laboral".

Pero la fatiga crónica no es la única enfermedad relacionada con los insecticidas más agresivos. Los pacientes con hipersensibilidad química ambiental también pueden presentar graves afectaciones en la piel, y lo que es peor: importantes problemas de pérdida de memoria. Esto último se debe, según Bofill, a que la mayor parte de los plaguicidas utilizados para fumigar basan su eficacia en el ataque al sistema nervioso de los insectos. Y si la concentración de insecticida utilizado no se calcula con gran esmero el sistema nervioso humano resulta también afectado.

Por este motivo, Francisco Nache, técnico en fumigaciones afectado también por fatiga crónica, considera que se debería controlar más de cerca a las empresas que se dedican a la desparasitación de edificios. "Se están cometiendo auténticas barbaridades", explica este técnico, que a los 35 años afirma sentirse "como un viejo". Nache trabajaba para la empresa Rentokil y durante varios días del verano de 2002 estuvo en contacto con un producto llamado Malafin emulsionable. Su principio activo es el malation, un organofosforado que por sus efectos sobre la salud se aconseja usar tan sólo en el campo y bajo estrictas medidas de seguridad. Sin embargo, Nache lo utilizó para fumigar el alcantarillado en pleno centro de l'Hospitalet de Llobregat por orden de su empresa.

Además, parte del producto se le derramó en la furgoneta, tras lo que comenzó a sentirse mal. Dos años después el afectado sigue sufriendo afecciones en el sistema nervioso y una alteración de la hormona del crecimiento y de los niveles de testosterona. En marzo del año pasado tomó de nuevo la baja laboral, que puede desembocar en incapacidad permanente. Su empresa ya ha sido sancionada por la Inspección de Trabajo con dos multas por valor de 5.000 y 6.000 euros por incumplir la Ley de Riesgos Laborales.

"LLEVO EL VENENO DENTRO"
Tiene 49 años y no puede con sus huesos. Núria Orduña, ex empleada del hotel Hilton de Barcelona, no sabe qué es encontrarse bien desde que el 10 de marzo de 1999 se incorporó a su puesto de trabajo sin que nadie la advirtiera de los riesgos de la fumigación que un grupo de técnicos habían realizado los dos días anteriores. "El hotel es una estructura cerrada herméticamente y aquello no se ventiló para nada. Me dijeron que no era peligroso, pero había una nube de polvo increíble". Núria no estaba sola. Una quincena de empleados entraron en contacto con la nube y muchos, como ella, todavía sufren secuelas.

Núria tose permanentemente, tiene problemas de visión y falta de memoria, y se le ha diagnosticado fatiga crónica. Los análisis han demostrado que en su cuerpo hay una elevada concentración de organofosforados y otra docena de contaminantes químicos. "Llevo el veneno dentro y cada vez me encuentro peor", asegura.

Desde poco después de la exposición al insecticida, Núria está de baja. Ha logrado que se le conceda la invalidez permanente y total, pero ahora lucha para que la empresa reconozca su presunta responsabilidad en lo acontecido. "Mis anteriores jefes llegaron a acusarme de inhalar el humo de los autobuses para quedar como estoy", afirma. La responsabilidad de la empresa se dirimirá ante el juez el 19 de mayo.

Hace ya tiempo que Orduña decidió crear una asociación junto con otros afectados por episodios de contaminación en el trabajo. La asociación, Adquira, ya tiene 71 miembros y no deja de crecer. "Cada vez nos encontramos peor, pero no podemos dejar de denunciar lo que nos ocurrió mientras trabajábamos, sólo queremos justicia", afirma.

Fuente: El País (27/04/2004)

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NOTA DE MI ESTRELLA DE MAR: cuando habla de “fatiga crónica” en realidad se refiere al “síndrome de fatiga crónica”, que no es lo mismo (ver la diferencia aquí). La noticia es de hace un tiempo pero el contenido sigue siendo válido y de actualidad.

14 abril 2008

SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE: estado de la cuestión (Dr. Arturo Ortega Pérez. Medicina Clínica. 2005). Parte I

SENSIBILIDAD A MÚLTIPLES COMPUESTOS, UNA ENFERMEDAD COMÚNMENTE INADVERTIDA
Arturo Ortega Pérez
Unidad de Medicina Legal y Toxicología. Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Universidad Rovira i Virgili. Reus. Tarragona. España.

(Multiple chemical sensitivity, a disease commonly missed. Med Clin (Barc) 2005; 125: 257 – 262)

ÍNDICE:
-Introducción
-Epidemiología
-Mecanismo y manifestaciones
-Explicaciones propuestas para la sensibilidad a múltiples compuestos
-Diagnóstico
-La sensibilidad a múltiples compuestos y otras enfermedades comunes
-El pronóstico a largo plazo de la sensibilidad a múltiples compuestos
-Tratamiento
-Referencias bibliográficas

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INTRODUCCIÓN
¿Cómo puede ayudar el médico a una paciente que acude porque siente que se ahoga a los pocos minutos de estar en el supermercado o al oler una colonia concreta y que además nota dificultades de concentración y pérdidas de memoria? ¿O a aquella que nota tirantez en la piel de la cara e hinchazón en la lengua, con fatigabilidad exagerada? Ninguno de éstos son necesariamente trastornos psiquiátricos ni signos de la menopausia, sino signos y síntomas de una enfermedad concreta, cada vez más común y aún poco diagnosticada, llamada «sensibilidad a múltiples compuestos» (SMC).

La SMC (en inglés MCS, multiple chemical sensitivity) es una enfermedad, o, hablando técnicamente, un síndrome, que reúne y da sentido a las observaciones de diferentes investigadores, de muchos médicos y especialmente de muchos enfermos, ocurridas en los últimos 50 años en más de una docena de países1 . Por ejemplo:

­- Empleados de la Administración de Washington que respiraron compuestos orgánicos volátiles después de que cambiaran el parquet en sus oficinas.
- Ciudadanos alemanes expuestos a pentaclorofenol, un conservante de la madera utilizado en sus domicilios.
­- Ganaderos ingleses que tocaron y respiraron con frecuencia plaguicidas organofosforados aplicados a las ovejas. Presentaron unas manifestaciones neuropsicológicas persistentes e incapacitantes2 .
­- Técnicos de radiología de varios países, expuestos a líquidos reveladores de radiografías.
­- Profesionales sanitarios canadienses que respiraron contaminantes del aire interior del edificio.
­- Trabajadores de un casino californiano que respiraron diferentes disolventes y plaguicidas.
­- Personas que refirieron el inicio de sus manifestaciones después de una exposición bien documentada a plaguicidas inhibidores de la colinesterasa (organofosforados o carbamatos)2 .
­- Veteranos de la guerra del Golfo expuestos a diferentes sustancias durante el despliegue militar3 .
­- Enfermos con implantes4 .
­- Muchos de los profesionales que ocuparon el edificio histórico recién renovado de un juzgado5 .

El gran número de casos ocurridos y de personas afectadas nos impide pensar que estamos frente a una invención.

Esta es una revisión bibliográfica sistemática sobre la enfermedad, dirigida a los médicos clínicos, que son quienes con mayor frecuencia habrán de tratar con pacientes afectados por la SMC. Por eso, el objetivo de este artículo es resumir lo que se conoce sobre la epidemiología de la enfermedad, sus mecanismos y manifestaciones, las explicaciones fisiopatológicas propuestas por los distintos investigadores, el papel de las pruebas diagnósticas, su relación con otras enfermedades, el pronóstico de la SMC y su tratamiento. La revisión ha sido elaborada a partir de los artículos científicos que aparecen en PubMed y de los publicados en las revistas españolas accesibles informáticamente.

La SMC es una enfermedad adquirida que se diagnostica a los enfermos que cumplen los 6 criterios citados en la tabla 1.

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La enfermedad recibe muchos otros nombres, cada uno de los cuales destaca alguno de sus aspectos. Así, por citar algunos, varios expertos convocados por la Organización Mundial de la Salud la llamaron «intolerancia ambiental idiopática», porque no podían encontrarle una causa definida; en cambio, la denominación «pérdida de la tolerancia inducida por un tóxico» o PTIT (en inglés, TILT, toxicant-induced loss of tolerance) sí propone unas causas para el trastorno y se centra en ellas. La SMC, por su lado, destaca los efectos de esta afección.

EPIDEMIOLOGÍA
Cerca del 5% de la población estaría afectada por una forma más o menos grave de SMC. En una encuesta realizada por el Departamento de Sanidad de Nuevo México, el 2% de los ciudadanos referían padecerla y el 16% de la población sentía una «sensibilidad extraña» a compuestos químicos de uso común; en una encuesta similar realizada por el Departamento de Sanidad de California, el porcentaje fue el 6%6 .

El 12,5% de los 1.582 habitantes encuestados de la ciudad de Atlanta (EE.UU.) refirieron padecer hipersensibilidad a muchos compuestos. Este trastorno afectaba a varones y a mujeres de cualquier edad y nivel educativo7 . La prevalencia fue levemente superior (del 15,9%) en la encuesta realizada por el Departamento de Servicios Sanitarios de California7 . El 13,5% de los afectados que respondieron a la encuesta de Atlanta explicaron que habían perdido su trabajo a consecuencia de su hipersensibilidad. Preguntados sobre a qué atribuían el problema, el 27,5% refirió que su hipersensibilidad había comenzado después de una exposición a plaguicidas y otro 27,5% la atribuyó a una exposición a disolventes. Sólo el 1,4% de estos pacientes tenía antecedentes de problemas emocionales, pero el 37,7% los desarrollaron después de que aparecieran las manifestaciones físicas7.

Entre los veteranos de la guerra del Golfo expuestos a diferentes sustancias durante el despliegue militar, la prevalencia de SMC era del 1,3% y la enfermedad era mucho más frecuente en los que habían estado expuestos a plaguicidas, con una razón de exceso ajustada de 12,3 y un intervalo de confianza entre 5,1 y 30,08 .

MECANISMO Y MANIFESTACIONES
Todos estamos rodeados de productos químicos y en principio los toleramos bien. En algún caso, tal como veremos más adelante, una exposición a algún producto químico causa, por un mecanismo desconocido, un proceso de pérdida de la tolerancia, por lo que la persona afectada se volverá sensible a concentraciones muy bajas de diferentes compuestos químicos, concentraciones que el resto de personas toleran sin problema.

Aunque no conocemos por completo sus mecanismos, sí sabemos que la SMC se desencadena en 2 fases9 . La primera, de iniciación, empieza con una exposición, que puede ser a un tóxico o a una mezcla de ellos; además, puede ser una dosis alta o bien varias dosis menores, incluso en días distintos. Así lo explican entre el 75 y el 80% de los pacientes. Los agentes iniciadores son muy variados, desde contaminantes del aire interior de los edificios o vertidos de sustancias químicas hasta disolventes o plaguicidas.

El proceso de PTIT afecta tan sólo a una pequeña parte de los individuos expuestos y causa una pérdida completa de la tolerancia previa a diferentes productos químicos; en términos sencillos, pero inexactos, diremos que «sobrerreaccionan» o que se vuelven «alérgicos» a estas sustancias. Los compuestos a los que se vuelven hipersensibles pueden ser de uso cotidiano o, por el contrario, poco comunes.

En la segunda fase, de provocación, la exposición a algún producto químico provocador desencadenará las manifestaciones que constituyen la enfermedad advertida por los enfermos y por los médicos. En la tabla 2 se recogen 30 agentes provocadores, que provienen de una encuesta a 112 enfermos de PTIT2,10 ; más del 80% de estos enfermos explicaron que eran sensibles a esos provocadores. Como se aprecia, muchos de ellos son habituales y previamente no se habían considerado capaces de provocar efectos adversos.

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En la tabla 3 se recoge una larga lista de manifestaciones frecuentes que afectan a los individuos sensibles a muchos compuestos. Se ha transcrito de las referencias de la muestra de 112 pacientes entrevistados en la encuesta antes citada2,10.

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Este proceso de iniciación-provocación se ha observado en grupos muy diversos de personas, como los citados al principio de la revisión, que han sufrido intolerancias súbitas después de exposiciones a agentes, identificados en muchos casos. Sin embargo, el mecanismo no explica completamente la situación, ya que, por ejemplo, sólo unas pocas de las personas con manifestaciones después de la exposición a un ambiente tóxico desarrollarán la SMC.

Un interrogante común entre los que se acercan al conocimiento de la SMC es por qué sólo se habla de ella desde hace unos 40 años. ¿Es que antes no existía? La respuesta es que probablemente no, porque los iniciadores más frecuentes de la SMC son compuestos petroquímicos cuya producción ha aumentado exponencialmente desde la Segunda Guerra Mundial.

EXPLICACIONES PROPUESTAS PARA LA SENSIBILIDAD A MÚLTIPLES COMPUESTOS
Durante las más de dos décadas que los investigadores llevan trabajando en la enfermedad se han propuesto multitud de posibles mecanismos explicativos. No puede excluirse que en esta hipersensibilidad confluyan varias enfermedades o bien que éstas se solapen hasta cierto punto.

Los mecanismos propuestos pueden agruparse dentro de la hipersensibilidad, de las alteraciones inmunitarias o de los trastornos psíquicos, neurológicos o toxicológicos. Incluyen la alergia11 , la cacosmia, el trastorno inmunitario, el bloqueo de reacciones bioquímicas implicadas en la producción de energía, enfermedades endocrinas como el síndrome de Addison, el bloqueo de vías neuroquímicas, la afectación de las vías nerviosas eferentes12 , la hipersensibilización del sistema límbico13 (en parte porque los olores muy a menudo desencadenan las manifestaciones), el umbral de sensibilidad olfatoria, la inflamación neurogénica11 , la sensibilización nerviosa14 , la sobrecarga de las vías bioquímicas transformadoras (también ligada a la producción de radicales libres), las concentraciones elevadas de óxido nítrico y de peroxinitrito ­un potente oxidante­15,16 , la reactividad de las vías aéreas, la sensibilización del sistema nervioso y una sensibilización dependiente del tiempo. Otros autores defienden combinaciones de las causas anteriores.

A las características psicológicas de los enfermos y a sus posibles trastornos psiquiátricos se les ha dado mucha relevancia, como ocurre con otras muchas enfermedades crónicas. Desde los factores psicológicos12 hasta la autosugestión, la respuesta condicionada17,18 , los sistemas de creencias en las enfermedades y el síndrome afectivo estacional. Varias enfermedades psiquiátricas han sido relacionadas con la SMC19,22 , entre ellas el ataque de pánico, el trastorno psicosomático y la simulación.

Bornschein et al23 llevaron a cabo una entrevista clínica estructurada con ayuda de la cuarta edición de Diagnostic and statistical manual of mental disorders a 120 pacientes con SMC en busca de enfermedades psiquiátricas. El 44% de ellos cumplía los criterios de trastorno somatoforme, el 32% los de trastornos afectivos, actuales o permanentes, el 24% los de trastornos de ansiedad, el 21% los de abuso o de dependencia de drogas y el 13% los criterios de trastornos de personalidad. Al 7,5% los diagnosticaron de trastorno psicótico. Esta investigación reafirma la asociación entre una enfermedad crónica grave y muy limitante y una o más enfermedades psiquiátricas, pero no establece ninguna relación causal entre ellas y en absoluto apoya que los trastornos psiquiátricos favorezcan o causen la SMC.

La SMC y el trastorno somatoforme tienen muchas manifestaciones comunes, que afectan a varios aparatos y sistemas del organismo20 ; sin embargo, por definición, las manifestaciones de éste «no pueden explicarse por trastornos orgánicos después de un examen minucioso», lo que significa que, si se diagnostica una SMC, el trastorno somatoforme quedará automáticamente excluido. Miller y Mitzel2 insistían en las diferencias entre ambas al destacar que la SMC se había iniciado después de los 30 años de edad en el 83% de los casos, que en ella predominaban las manifestaciones cognitivas y que el problema se atribuía a causas ambientales. Tal vez lo que ocurre es que muchos enfermos diagnosticados de trastorno somatoforme padecen en realidad una SMC.

Por su lado, la toxicología puede explicar uno de los aspectos aparentemente más sorprendentes de esta enfermedad: el hecho de que dosis tan bajas de tóxicos afecten a algunas de las personas expuestas. En esencia, la argumentación es que la dosis de tóxico necesaria para producir la enfermedad a algunas personas puede ser sorprendentemente baja.

En primer lugar, por la sensibilidad individual a los tóxicos. Tenemos pocos conocimientos reales sobre las dosis de tóxico que afectan a las personas más sensibles, por ejemplo, al 1 o al 5%, de la población24 . Esa sensibilidad individual puede llevar a que haya órdenes de magnitud de diferencia entre la dosis que enferma al 50% de la población expuesta y la que enferma al 2% de ésta, como se ha comprobado al estudiar la sensibilidad de las ratas y los ratones a plaguicidas y a disolventes25 y al estudiar la carcinogenicidad de los compuestos o su capacidad para ejercer disrupciones endocrinas26 . Estas consideraciones ponen en duda la validez científica de una parte de las concentraciones umbral ambientales (threshold limit values o TLV) establecidas por las sociedades científicas hace décadas.

En segundo lugar, por la hipersensibilidad, una respuesta particular que se inicia a dosis muy bajas del agente tóxico y que afecta a un porcentaje muy bajo de la población, un porcentaje que no aumenta al incrementar la dosis de tóxico.

En tercer lugar, por los efectos de las mezclas. La combinación de agentes tóxicos puede causar efectos distintos de los producidos cuando actúan por separado. Pueden ser efectos cualitativamente distintos e incluso afectar a un órgano diana distinto del previsto27 . Estos «efectos sorprendentes» ocurren porque apenas se esperaban efectos tóxicos de mezclas en las que cada uno de los componentes está a dosis inferiores a las TLV establecidas28-30 .

Zeliger presentó más de 20 ejemplos de grupos afectados por mezclas de productos tóxicos. En la mayoría de los casos todos los agentes implicados estaban a concentraciones menores o mucho menores que las TLV. Entre ellos está el de 17 trabajadores que se quejaron de trastornos del sistema nervioso central y del aparato respiratorio después de la fumigación de un casino con una mezcla de propoxur, coumaphos, 1,1,1,-tricloroetano, cloruro de metileno, xileno y acetona. En los análisis se hallaron cantidades ínfimas de estos productos químicos, pero los afectados presentaron manifestaciones de intoxicación por plaguicidas31 .

Por eso, el médico debe atender y escuchar a las personas que se presentan con manifestaciones «raras» después de la exposición a mezclas, aunque sea a concentraciones bajas, siempre que las manifestaciones estén conectadas con esa exposición27 . Los toxicólogos habrán de profundizar en la investigación de la toxicidad de las dosis muy bajas de productos y, a partir de los datos que obtengan, elaborar normativas sobre las concentraciones tolerables de mezclas en los distintos ambientes que puedan ser fuentes de exposición26 .

Sea cual sea la causa de la SMC, es recomendable que médicos clínicos utilicen los criterios diagnósticos de la enfermedad en su práctica clínica y que la diagnostiquen ­sin perjuicio de diagnosticar también cualquier otra enfermedad coexistente­ a todo aquel que cumpla los seis criterios mencionados en la tabla 1 a quien no se le encuentre una enfermedad orgánica que pueda explicar las manifestaciones que siguen a la exposición al agente químico.
Continua en PARTE II

SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE: estado de la cuestión (Dr. Arturo Ortega Pérez. Medicina Clínica. 2005). Parte II

Continuación de PARTE I

DIAGNÓSTICO
En la práctica médica actual, el criterio de referencia para el diagnóstico o para la exclusión de las enfermedades suele ser el resultado de las pruebas analíticas y, si es posible, el de las técnicas de diagnóstico por la imagen, unas pruebas que antes llamábamos «complementarias». Uno de los motivos de esa prerrogativa es que en muchos casos el paciente puede estar reclamando el carácter de accidente laboral para la SMC que presente, lo que significaría unas consecuencias económicas importantes para la entidad que hubiera de pagar las indemnizaciones fijadas por la ley. Al tener en cuenta esa demanda algunos facultativos temen que el paciente «finja» su enfermedad y llevan su prudencia hasta el extremo de excluir los síntomas que no tengan una «traducción» en un análisis o en una imagen, ya que conciben a éstas como pruebas diagnósticas «objetivas», en las que el paciente no puede fingir.

Esa concepción ha llevado a la búsqueda insistente de pruebas complementarias de imagen o análisis bioquímicos, o como mínimo signos físicos, que sirvan para ese diagnóstico positivo o negativo de la SMC. Sin embargo, en estos enfermos no se han hallado esos «marcadores objetivos» y sí trastornos analíticos diversos, muchos de ellos de significado clínico más bien confuso32 . Por eso, la Academy of Allergy, Asthma and Inmunology dejó claro que no se ha validado ninguna prueba ni ninguna combinación de ellas para diagnosticar la SMC33 .

A continuación resumiremos algunos de los resultados obtenidos al emplear las pruebas complementarias más usuales para el diagnóstico de este síndrome:
­
- Tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT). Los exámenes mediante SPECT de los cerebros de enfermos con SMC mostraban un patrón definido, que podía incluir desigualdades entre las imágenes iniciales y las tardías, muchos focos cálidos y fríos distribuidos por el córtex, sin respetar la distribución de los lóbulos («patrón salpimentado»), asimetrías temporales34 y a veces aumento de la actividad de los ganglios basales35 . Simon et al34 analizaron a soldados que habían participado en las operaciones «Escudo del desierto» y «Tormenta del desierto» y en algunos de ellos encontraron patrones de alteraciones idénticas a las observadas en enfermos expuestos a destilados del petróleo, a plaguicidas o a otros compuestos causantes de neurotoxicidad.

En cambio Heuser et al36 practicaron neuro-SPECT a varios pacientes y apreciaron que los expuestos a productos químicos presentaban una disminución del flujo sanguíneo cerebral, más acusada en el hemisferio derecho, así como áreas de hipoperfusión, distribuidas al azar pero más frecuentes en la parte dorsal del lóbulo frontal y en el lóbulo parietal. Los autores apuntaron que la causa de esa hipoperfusión podría ser una vasculitis.
­
- Tomografía por emisión de positrones. Tampoco ha hallado alteraciones específicas en estos pacientes. Bornschein et al37 aplicaron la prueba a 12 pacientes, sin encontrar cambios significativos en el funcionamiento cerebral, salvo un leve hipometabolismo de la glucosa en uno de ellos.
­
- Pruebas inmunológicas. Algunas de las más específicas son poco útiles porque sus resultados varían entre laboratorios y porque al comparar otros aparecen en ellos algunas inconsistencias38 .
­
- Pruebas neuropsicológicas. Son pruebas muy sensibles para detectar alteraciones del sistema nervioso central, pero poco específicas, porque no distinguen entre enfermedades neurológicas o neuropsiquiátricas o intoxicaciones39 . De todos modos, tampoco han permitido diagnosticar trastornos cerebrales en estos pacientes40 . Osterberg et al41 aplicaron una batería de 8 pruebas neuropsicológicas a 17 enfermos con SMC y a 34 controles. La gran mayoría de los resultados en el grupo de pacientes estuvo entre los límites normales y tan sólo el tiempo medio de reacción fue mayor en ellos que en los controles.

En definitiva, el diagnóstico debe seguir siendo clínico, basado en la anamnesis y en la exploración del enfermo. Están indicadas las pruebas complementarias para excluir otras enfermedades que puedan curarse o aliviarse con tratamientos médicos específicos. Aparte de eso, realizar muchas pruebas complementarias a estos pacientes parece no servir más que para incomodarlos y para satisfacer la curiosidad científica de los facultativos.

El motivo de consulta del paciente suele ser su percepción de ser especialmente sensible a determinados compuestos químicos y ésta ha de ser una señal de alarma para el médico clínico, sin ser, claro está, el único criterio diagnóstico37 . Las referencias del paciente a intolerancias de aparición reciente a la cafeína, al alcohol, a los medicamentos, a alguna comida o a otras sustancias pueden actuar como señal de alarma de que sufra una SMC4 . El protocolo diagnóstico ha de incluir, como es lógico, las enfermedades previas, con los resultados de las pruebas diagnósticas y los tratamientos, así como los antecedentes de exposición a la sustancia iniciadora (anotando el agente o los componentes de la mezcla y sus concentraciones, si es posible). En el apartado del motivo de consulta se detallarán los signos y los síntomas que se dan al exponerse a los agentes provocadores, se hará una exploración física detallada y se hará constar si esas manifestaciones se repiten siempre igual. Deben tenerse en cuenta las posibles ganancias psíquicas o económicas que comporte el diagnóstico de SMC. También es apropiado buscar enfermedades psiquiátricas, anotando si son previas o posteriores a las manifestaciones de la enfermedad. El examen psiquiátrico ha de ser cuidadoso e incluir una entrevista clínica estructurada, las pruebas neuropsicológicas o las de imagen apropiadas y la búsqueda de los posibles trastornos de personalidad y la de los factores ansiógenos psicosociales.

Por supuesto, son imprescindibles los análisis que permitan diagnosticar o descartar enfermedades médicas que pudieran explicar las manifestaciones del enfermo, o las pruebas de provocación, similares a las que se hace con los enfermos alérgicos. La determinación de sustancias tóxicas en la sangre o en la orina de los enfermos o en el aire de los locales donde ocurrió la presunta intoxicación sólo tendrá valor cuando la sustancia buscada pueda relacionarse con la exposición concreta que el enfermo considera la causante de su trastorno. Ya hemos dicho que la concentración que se hallará es mucho menor que la comúnmente aceptada como tóxica según las TLV. Lo mismo ocurrirá con los agentes provocadores, que por lo general se hallarán a concentraciones inferiores al 1% de los TLV42.

El diagnóstico definitivo de la SMC lo dará el resultado positivo de una prueba de provocación de las manifestaciones, prueba que preferiblemente deberá llevarse a cabo en una cámara aislada y siguiendo un método doblemente a ciegas43 .

LA SENSIBILIDAD A MÚLTIPLES COMPUESTOS Y OTRAS ENFERMEDADES COMUNES
Muchas de las manifestaciones de la SMC se solapan con las de la fatiga crónica, la fibromialgia, las cefaleas migrañosas, la depresión, el asma, la afectación de los veteranos de la guerra del Golfo y el trastorno por déficit de atención. El motivo puede ser que en todas ellas intervenga el mecanismo explicado de iniciación-provocación20 .

Asimismo, la SMC puede explicar los casos de «síndrome del edificio enfermo», porque dentro de éstos podemos exponernos inadvertidamente a compuestos químicos orgánicos, una situación agravada por el poco tiempo que pasamos en el exterior. Cada año se usan más materiales orgánicos sintéticos en la construcción de los domicilios, en su mobiliario y en su interior, en los productos que se utilizan mientras se está en ellos. Se han identificado cerca de 1.000 compuestos orgánicos en el aire interior del domicilio, que provienen de los materiales de construcción, de los humos de las combustiones, de los productos de limpieza, de las pinturas o de los tintes, entre otros44 . Además, los edificios con aire acondicionado suelen ventilarse poco.

Otros autores señalan que el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la SMC y el trastorno por estrés postraumático se solapan en buena parte y destacan que las manifestaciones de todos ellos pueden estar desencadenadas por un estado agudo de tensión15 .

EL PRONÓSTICO A LARGO PLAZO DE LA SENSIBILIDAD A MÚLTIPLES COMPUESTOS
La SMC altera gravemente la vida de muchos de los afectados, porque les provoca sufrimientos físicos, psíquicos y sociales, reduce su autonomía y les limita la capacidad laboral e incluso las posibilidades de ocio, ya que los ambientes químicos les agreden.

De los enfermos de SMC que respondieron a una encuesta por correo2 , el 81% explicó que en el momento de la exposición que causó la enfermedad estaban trabajando a tiempo completo. Sin embargo, en el momento de la encuesta, casi 8 años después de la exposición, sólo el 12,5% de ellos continuaban trabajando así. La mayoría explicó que habían dejado sus trabajos, que habían cambiado de empleo o que habían modificado sus carreras a causa de la enfermedad.

Black et al45 revisaron el estado de salud de 18 pacientes y la persistencia de sus manifestaciones 9 años después del diagnóstico. Más de la mitad sufrían alteraciones psiquiátricas persistentes (del estado de ánimo, trastorno por ansiedad o trastorno somatoforme). Las manifestaciones que referían eran aproximadamente las mismas que 9 años atrás, aunque el 90% se sentían mejor que entonces. En resumen, habían mejorado desde la revisión inicial, pero continuaban con alteraciones y con modificaciones del estilo de vida previo.

Los pacientes de SMC presentan limitaciones funcionales y necesitan más a menudo los servicios sanitarios: en una entrevista a militares norteamericanos, algunos de los cuales habían sido desplegados en la guerra del Golfo, Black et al46 diagnosticaron a 169 de ellos de SMC. Entre estos pacientes eran más comunes las características siguientes que entre los militares no afectados: más de 12 días pasados en cama a causa de la incapacidad, calificación de incapacidad e indemnización por incapacidad registradas por la Oficina de Veteranos, incapacidad médica y desempleo. Asimismo, entre ellos eran más frecuentes las visitas al médico y a urgencias y los ingresos hospitalarios. Por último, también obtenían puntuaciones mayores en las escalas de estudio de la incapacidad.

TRATAMIENTO 
Como ha ocurrido con otras muchas enfermedades crónicas, se han aplicado a los pacientes de SMC multitud de presuntos tratamientos, algunos de ellos como mínimo pintorescos47,48 . Lógicamente, la evaluación crítica ha demostrado que la mayoría de ellos tenían o muy poca eficacia o simplemente ninguna. Sin embargo, eso no ha de llevar a reducir la importancia o incluso la propia existencia del trastorno.

A falta de una explicación fisiopatológica para la enfermedad, lo lógico parece ser usar tratamientos con base empírica, que se fundamentan en que a esos enfermos les funcionan bien. Gibson et al47 realizaron una excelente investigación sobre este asunto en EE.UU. al preguntar sobre su enfermedad a personas que referían tener SMC. La encuesta se centró en los tratamientos que habían seguido: cuáles les habían resultado útiles y en qué medida. De entre todas las respuestas de los 917 pacientes que contestaron, los investigadores eligieron aquellos 101 regímenes terapéuticos distintos seguidos por más de 25 encuestados, lo que incluía técnicas de medicina ambiental, tratamientos holísticos, suplementos nutritivos individuales, t&ea convencionales, etc. Los encuestados habían consultado a un promedio de 12 «sanadores» (para englobar a los que tienen títulos académicos y a los que no los tienen) y habían gastado más de un tercio de sus ingresos anuales en atención sanitaria. Los resultados de la mayoría de tratamientos fueron heterogéneos, pero los 3 mejor valorados fueron la creación de un ambiente libre de noxas químicas y evitar los compuestos lesivos (ambos valorados como útiles por el 95% de los encuestados), con la plegaria en tercer lugar. La eficacia de los fármacos prescritos estaba en el grupo de los peor valorados.

Esto es algo que los profesionales que tratan a menudo con los afectados por la SMC ya conocen: el entorno físico, el ambiente químico o ambos fácilmente son hostiles para estos pacientes, por lo que se ven obligados a evitar aquellos lugares y situaciones que han comprobado que les causan reacciones adversas42 . Esa evitación les ayuda a reducir el número de crisis.

Asimismo, como en otras enfermedades crónicas, el abordaje global aconseja combinar tratamientos si tal combinación se demuestra útil. Generalmente, los tratamientos de apoyo psíquico son beneficiosos para estos enfermos, crónicos y a menudo graves.

El médico debe diagnosticar y tratar también las complicaciones de la SMC, las psiquiátricas entre ellas. El objetivo terapéutico global es reducir las incapacidades de los afectados. Con todo, debe recomendarse cautela a las instituciones sanitarias antes de aceptar y financiar servicios y tratamientos cuya eficacia no tiene ningún apoyo48 .

Querría terminar con un párrafo que resume muy bien la situación de los afectados: «Por todo ello, la consideración de los afectados dentro de la sociedad es realmente muy discutida: a menudo están en entredicho, son víctimas del rechazo médico y social por ser considerados como simuladores y, en consecuencia, no obtienen el lógico beneficio de una atención sanitaria y de otras prestaciones adecuadas a su situación»42 . Confío en que el diagnóstico médico establecido lleve a una mayor aceptación social, como ocurrió en su momento con la fibromialgia.


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Fuente: Medicina Clínica, vol. 125, n.7 (2005). Págs. 257-262

13 abril 2008

ECO-DUCHA QUE NO NECESITA JABÓN NI CHAMPÚ para lavarse la cabeza y el cuerpo (1. Empresa importadora)


En un post anterior sobre la ecoducha (“Eco-ducha que no necesita jabón ni champú para lavarse la cabeza y el cuerpo”) se daba como punto de venta una única tienda, ubicada en Mallorca, para hacernos con el producto. El precio: 59,60 €. Dado el interés que despertó entre personas con sensibilidad o intolerancias a los productos de aseo personal (afectados de sensibilidad química múltiple, dermatitis, psoriasis, etc.) así como entre personas concienciadas por el respeto al medio ambiente o simplemente con ganas de buscar alternativas sanas, damos ahora también los datos de su importador para España y Portugal, el Grupo Irisana (1).

Aunque su web es sólo para distribuidores -y por tanto no vende al público-, es interesante conocer sus datos de contacto por si deseáramos preguntar por la tienda o sitio on-line más cercano a nuestro hogar donde adquirir el producto y sus filtros de repuesto:

Grupo Irisana
c/ Marqués de Valladares, 11 bajo -36201. Vigo (Pontevedra) - España
Teléfonos: (+34) 902.010.449 ; (+34) 986.22.52.18
Fax: (+34) 986.22.07.81
E-mail: info@irisana.com
Contacto por web: pinchar aquí.

INFORMACIÓN SOBRE LA ECODUCHA (para identificarla cuando contactemos con Irisana)
Denominación
: Ecoducha
Referencia: IR15

Marca: IRISANA
Descripción del artículo en la web: una ducha de placer, ahorro, salud y bienestar.
·Hasta el 65% de ahorro en agua y energía
·Tonifica la piel
·Previene la caspa y la caída del cabello
·Previene la aparición de espinillas y acné
·Ideal para pieles sensibles, alergias y dermatitis atópica
·Máxima hidratación sin cremas
·Reduce el cloro en el agua y elimina otras partículas nocivas
·Limpia en profundidad sin jabón
·Alivia la psoriasis

Fuente: Grupo Irisana

Más en: Grupo Irisana-Ecoducha (fundamentalmente es la misma información aportada por Mi estrella de Mar en su anterior post sobre este producto, excepto que el Grupo Irisana hace una estimación -al final de su enlace- sobre el ahorro de agua y dinero anual que se produce si se utiliza la ecoducha, mientras el post de Mi estrella de Mar, también a su final, ofrece las observaciones sobre filtros y número de recambios/precio anual recabados a través de la cooperativa mallorquina que lo vende).

EL GRUPO IRISANA (datos generales)
Es una empresa ubicada en Vigo que inició su actividad en 1986 como distribuidor, mayorista, importador y exportador de una serie de productos. A través de su web da a conocer los artículos que distribuye y ofrece la posibilidad de hacer pedidos así como de pedir información sobre sus productos. No venden al público.

Nota para distribuidores (y para interesados en la ecoducha que conozcan un distribuidor en su zona que pueda hacerles de intermediario entre ellos y el Grupo):

Para acceder a los servicios de la web hay que darse de alta como cliente rellenando un formulario. Tras ello facilitan una clave de acceso para que en el área de clientes podamos consultar los precios del catálogo de productos.

En caso de desear hacer un pedido, una vez dado de alta, el distribuidor puede efectuar su compra vía web, e-mail (info@irisana.com), fax (986.22.07.81) o teléfono (902.010.449). La forma de pago se negocia con el comercial asignado a la cuenta del comprador. El envío es a portes pagados si la compra es igual o superior a 300 €. (sin IVA), mientras que si no alcanza dicho importe se incluirá en la factura un añadido de 8 € (la empresa de transportes concertada por el Grupo Irisana es TDN -tlfno. 986.47.50.51- salvo excepciones requeridos y a cargo del cliente).

No se admiten devoluciones transcurridos 15 días de la fecha del albarán, excepto que se cumplan las condiciones de la garantía, o autorización expresa de Irisana.

(1) dato aportado por Àngels de la Cooperativa Trèvol, que también indagó y nos puso en conocimiento de este interesante elemento de aseo en el primer post.

......................................................................

NOTA DE MI ESTRELLA DE MAR: ya sabéis que sólo os pongo productos útiles que suelen haber sido probados ya por otras personas con el fin de poder obtener un buen listado de elementos realmente útiles para todas aquellas personas con problemas con los químicos. En esta ocasión el "testador" fue la misma persona que vende la eco-ducha en Mallorca según él mismo comentó cuando me puse en contacto para interesarme por el artículo. Según sus palabras, antes de ofrecer o no un producto a la venta comprueba por sí mismo su eficacia, ética comercial que es de agradecer.

POST RELACIONADO: ECO-DUCHA QUE NO NECESITA JABÓN NI CHAMPÚ para lavarse la cabeza y el cuerpo (2. Tienda on-line).

ACTUALIZACIÓN (10/01/09): dada la gran aceptación que ha tenido este producto en pocos meses, actualmente podemos encontrar o encargar la ecoducha en una amplia variedad de sitios que no existía cuando se escribió este post. Herboristerías de barrio, tiendas online y de electrodomésticos, grandes superficies…

08 abril 2008

FIBROMIALGIA E IMPLICACIONES PERSONALES Y SOCIALES...: impacto económico y laboral, aspectos jurídicos, tratamientos, etc. (CAM. 2007)

TÍTULO: La fibromialgia y sus implicaciones personales y sociales en los pacientes de la Comunidad de Madrid

AUTOR: Dra. Ana Mª Castilla Plaza (reumatóloga) ; con la colaboración de José López Sanz (área jurídica de la Oficina del Defensor del Paciente) ; prólogo: Juan Ignacio Barrero Valverde (defensor del paciente de la CAM)

EDITORIAL: Oficina del Defensor del Paciente, Comunidad de Madrid

AÑO: 2007

PÁGS.: 141

OBSERVACIONES: e-book gratuito (descargas aquí)

ÍNDICE:
0. PRÓLOGO (Juan Ignacio Barrero)

1. GENERALIDADES Y ETIOPATOGENIA (Dra. Castilla)
1.1. ¿Qué es la fibromialgia?. Concepto. Definición
1.2. Antecedentes históricos
1.3. Situación actual en EEUU, Europa, España y en la Comunidad de Madrid
1.4. Etiología. Factores predisponentes
1.5. Patogenia

2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICO (Dra. Castilla)
2.1. Estudios complementarios
2.2. Diagnóstico
2.3. Diagnóstico diferencial

3. PRONÓSTICO (Dra. Castilla)
3.1. La continuidad como constante

4. TRATAMIENTO (Dra. Castilla)
4.1. Terapias no farmacológicas
4.2. Tratamiento farmacológico sistémico
4.3. Impacto económico
4.4. Relación médico-paciente
4.5. Implicación de la medicina primaria y especializada
4.6. Problemática laboral
4.7. Equipos multidisciplinarios

5. ASPECTOS JURÍDICOS (José López Sanz)

BIBLIOGRAFÍA

07 abril 2008

ARRASTRO ANCLAS

Arrastro anclas, y las olas del mar embravecido golpean de proa.

Arrastro anclas, y tras mil pasos continuo en el mismo lugar, sangrando mis hombros de las cadenas y en el mismo lugar me siguen y azotan las olas con toda la fuerza del mar.

No hay un paso hacia delante, sólo una fuerza inmensa que me empuja a retroceder.

Arrastro anclas y me golpean, por eso con un solo paso que avance seré más grande que la pluma impulsada por la brisa.

Con temporal, soltaré lastre.

Fuente: O Alxube do Lucecu (blog de Lola -afectada de síndrome de fatiga crónica y fibromialgia-)

02 abril 2008

ALEGATO A FAVOR DE LA FIBROMIALGIA y breve descripción de los pasos legales habituales que se dan en España para la incapacidad

LA FIBROMIALGIA, ENFERMEDAD TRIBUTARIA DE INCAPACIDAD LABORAL [texto de un bufete de abogados]

En nuestra condición de abogados, en multidisciplinares materias del Derecho, hemos visto como recientemente proliferan en nuestra tarea profesional diaria, con cierta preocupación, no solo jurídica sino social, abundantes temas litigiosos contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social, derivados de la denegación de incapacidades, totales o absolutas, a enfermos de fibromialgia o de fatiga crónica.

Como es obvio, no podemos mantener ninguna opinión autorizada en materia técnica, científica o médica sobre tan grave dolencia, pero, el contacto diario con tales enfermos, nos permite concluir con una opinión, creemos que autorizada, sobre el proceso administrativo y más tarde judicial al que se ven abocadas las personas que padecen tal dolencia, y, en la mayoría de supuestos, el calvario que comporta el recorrer médicos, después especialistas, sometimiento a todo tipo de pruebas, exámenes por Tribunal Médico, paso por el CRAM, recursos, reclamaciones previas y, finalmente, Demanda contenciosa ante los Juzgados de lo Social.

De forma somera, los letrados que nos consideramos especialistas en tal materia, percibimos de manera diáfana que la fibromialgia es una enfermedad muscular, que afecta a cualquier persona de cualquier de edad, mayoritariamente mujeres, con 18 puntos denominados gatillos, o de intenso dolor muscular, es degenerativa, e incontestablemente unida a procesos de depresión y estados de ansiedad mayores. Los tratamientos dispensados por los especialistas, suavizan temporalmente, y sólo en ocasiones, tales dolores. Psquiátricamente, nada nuevo diremos en cuanto al tratamiento, temporalmente largo, de antidepresivos, ansiolíticos o tranquilizantes.

El tortuoso proceso para personas afectas, principia por una baja, incapacidad laboral transitoria, que, en la mayoría de supuestos, por imperativo legal, finaliza a los dieciocho meses, con examen por el denominado Tribunal Médico. La experiencia profesional de quien suscribe, dice que el Tribunal Médico, aún apreciando, sólo en ocasiones, la existencia de fibromialgia, resuelve denegar incapacidad de tipo alguno, con lo que postra al afectado a restituirse en su lugar habitual de trabajo, cosa que, obviamente, no puede hacer. Dicha resolución es recurrible ante la misma Seguridad Social, mediante la denominada Reclamación Previa, que, invariablemente la deniega, otorgándose treinta días al afectado para interponer Demanda ante los Juzgados de lo Social.

Es aquí donde empieza para el fibromiálgico la esperanza de obtención judicial de la declaración de incapacidad en alguno de sus grados, simplemente porque ha huido de la esfera médico-administrativa de la Seguridad Social. La preparación de la Demanda Judicial debe ser precisa y alumbrada por innumerables informes médicos, además de peritos que deberán comparecer al acto de juicio, para que el Juez no mantenga dudas al respecto sobre la grave dolencia de una enfermedad de dificil diagnosis, que suelen obtenerla los especialistas, por el descarte de otras múltiples.

En el transcurso del acto de la vista pública, comparece un perito médico de la Seguridad Social que asegura que las dolencias padecidas por el demandante no son tributarias de concesión de incapacidad, es decir, pensión alguna. Lo mantienen, en muchas ocasiones, con el razonamiento de que no existe falta de movilidad alguna, como si se tratase de una enfermedad paralizante.

Afortunadamente, en la mayoría de ocasiones, los peritos de parte, debidamente documentados, consiguen probar la existencia de tan grave enfermedad, asociada a la depresión a la que hacíamos referencia. Valga manifestar que el INSS, aún desestimándose su oposición, recurre en Suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

La picaresca de la que en muchas ocasiones ha hecho gala el justiciable, no implica, de ninguna manera, que esos enfermos, o su gran mayoría, deban someterse a procesos como el relatado. Desearíamos como profesionales del Derecho que se rechazaran de plano aquellas alegaciones tendenciosas y falsas sobre dolencias de cualquier tipo, pero, el CRAM, el llamado Tribunal Médico y sus médicos especialistas, deberían, asumiendo la lex artis que les es exigible, emitir sus opiniones de forma objetiva, veraz y profesional, para no obligar a estos enfermos a obtener sus derechos ante la jurisdicción social.

Nos hallamos ante un conflicto social de enorme trascendencia, entre otras cosas, por el propio y difícil diagnóstico de la fibromialgia, pero no es dable esa dificultad, para contravenir la certidumbre de la dolencia y su amparo en la política social de un estado de derecho. Los afectados merecen cobertura y protección sin que les sea necesario acudir de manera, prácticamente sistemática, a los Tribunales de Justicia, y los organismos médicos evaluadores de las dolencias deben cumplir su cometido con absoluta independencia respecto de si las entidades, estatales o autonómicas, pueden o deben soportar quizás cargas dinerarias mensuales desajustadoras de sus tesorerías que eviten los déficits presupuestarios que probablemente vienen manteniendo y mantendrán en el futuro.

Joan Serralta Isern (advocat titular)
SERRALTA ADVOCATS

Fuente: Togas.biz (29.06.2004)

nota: confesar que en su día "Mi estrella de Mar" optó por la no publicación de este texto por pensar que podía tratarse en realidad de una mera publicidad encubierta del bufete de abogados que lo suscribe: algo al estilo de los publireportajes que a veces vemos en televisión. Sin embargo, aunque así fuera, es bueno dar a conocer los apoyos dados a estas enfermedades desde distintos sectores, y en el caso de la abogacía -como en otros- son muchos los profesionales que aún no saben cómo abordarlas de manera exitosa, o incluso no saben si creer en su mera existencia como para poder defenderlas. Por tanto, rompamos una lanza a favor de este escrito. :) Decir además que la descripción que hace del proceso legal completo para la incapacidad por fibromialgia, es útil también para personas con otras patologías incapacitantes por tratarse de pasos comunes a dar, independientemente de que el camino sea más o menos tortuoso según la enfermedad de que se trate, su grado de severidad, y su asociación o no a otras complicaciones. Ah, los datos de contacto del bufete podéis encontrarlos en la columna de la derecha. :D