Trastorno. Síndrome de fatiga crónica
AGOBIADO POR EL CANSANCIO
Los síntomas del SFC son similares a los de la mayoría de las enfermedades virales (dolor muscular, cabeza y fatiga). Esta condición se caracteriza por durar seis meses o más. Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta qué lo provoca.
AGOBIADO POR EL CANSANCIO
Los síntomas del SFC son similares a los de la mayoría de las enfermedades virales (dolor muscular, cabeza y fatiga). Esta condición se caracteriza por durar seis meses o más. Hasta ahora no se sabe a ciencia cierta qué lo provoca.
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Shelmar Vásquez Sween. svasquez@prensa.com
Panamá, lunes 30 de julio de 2007
Es normal sentir cansancio o fatiga después de una jornada larga de trabajo, estudiar intensamente o realizar algún tipo de actividad que demande mucha energía.
Pero, cuando esta condición se convierte en un tipo de agotamiento intenso y prolongado, que no se alivia con el descanso e incluso, logra disminuir en un 50% la capacidad de la persona para participar en sus actividades diarias, puede tratarse del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), una especie de trastorno que ha sido clasificado entre las seis mil enfermedades raras del mundo porque no se sabe qué la origina, ni cómo se cura.
El profesor de economía de la Universidad de Panamá Alonso Ruiz cuenta que padeció los estragos de esta enfermedad por siete meses y medio antes de que le pudieran diagnosticar qué tenía. Expresa que todo empezó de repente, y fueron los síntomas los que agudizaron su condición.
Se dormía y levantaba con un cansancio que no le permitía subir los hombros sin sentir dolor o podía pasar horas observando un objetivo fijo tirado en el sofá de su casa sin tener la más mínima intención de cambiar la mirada. Bañarse o levantarse para ir al trabajo era una odisea, y aunque lo hacía, no rendía lo que debía. "Hablar es mi arma de trabajo y me costaba hacerlo. No podía dictar clases, la materia que doy es tediosa y mi actitud la hacía ver peor".
Al principio pensó que era depresión, pero decidió asistir a su médico cuando a su estado se sumaron dolores intensos de cabeza, cuello, músculos y ganglios, además de la dificultad para concentrarse.
Le mandaron exámenes para descartar infecciones en el organismo, problemas psicológicos, psiquiátricos y neurológicos ; para ubicar tumores, enfermedades cardíacas, renales o hepáticas. Todos salieron negativos y su problema persistía.
Tampoco escuchaban sus súplicas de recetarle algún medicamento que apaciguara los síntomas porque le advertían que era necesario ubicar el problema para ofrecerle un correcto procedimiento terapéutico. Hace dos meses le descubrieron el problema y desde entonces está en tratamiento.
El médico de cabecera de Ruiz, el doctor Roberto Augusto Vargas, explica que en estos casos no es recomendable aventurarse a recetar drogas para aliviar malestares que no se sabe qué lo originan porque "el remedio puede resultar peor que la enfermedad".
Agrega que aunque el SFC es muy común –tanto que en otros países como Estados Unidos y México existen asociaciones dedicadas a hacer estudios y ayudar a personas en esta situación– es difícil de detectar porque sus síntomas se confunden con otras patologías que el médico siempre va a buscar descartar antes de pensar que se trata del SFC.
Por ejemplo, indica, además de los antes mencionados, el SFC puede ligarse con un problema de tiroiditis, deficiencia de hierro, anemia o diabetes.
Fuente: Prensa.com
Panamá, lunes 30 de julio de 2007
Es normal sentir cansancio o fatiga después de una jornada larga de trabajo, estudiar intensamente o realizar algún tipo de actividad que demande mucha energía.
Pero, cuando esta condición se convierte en un tipo de agotamiento intenso y prolongado, que no se alivia con el descanso e incluso, logra disminuir en un 50% la capacidad de la persona para participar en sus actividades diarias, puede tratarse del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), una especie de trastorno que ha sido clasificado entre las seis mil enfermedades raras del mundo porque no se sabe qué la origina, ni cómo se cura.
El profesor de economía de la Universidad de Panamá Alonso Ruiz cuenta que padeció los estragos de esta enfermedad por siete meses y medio antes de que le pudieran diagnosticar qué tenía. Expresa que todo empezó de repente, y fueron los síntomas los que agudizaron su condición.
Se dormía y levantaba con un cansancio que no le permitía subir los hombros sin sentir dolor o podía pasar horas observando un objetivo fijo tirado en el sofá de su casa sin tener la más mínima intención de cambiar la mirada. Bañarse o levantarse para ir al trabajo era una odisea, y aunque lo hacía, no rendía lo que debía. "Hablar es mi arma de trabajo y me costaba hacerlo. No podía dictar clases, la materia que doy es tediosa y mi actitud la hacía ver peor".
Al principio pensó que era depresión, pero decidió asistir a su médico cuando a su estado se sumaron dolores intensos de cabeza, cuello, músculos y ganglios, además de la dificultad para concentrarse.
Le mandaron exámenes para descartar infecciones en el organismo, problemas psicológicos, psiquiátricos y neurológicos ; para ubicar tumores, enfermedades cardíacas, renales o hepáticas. Todos salieron negativos y su problema persistía.
Tampoco escuchaban sus súplicas de recetarle algún medicamento que apaciguara los síntomas porque le advertían que era necesario ubicar el problema para ofrecerle un correcto procedimiento terapéutico. Hace dos meses le descubrieron el problema y desde entonces está en tratamiento.
El médico de cabecera de Ruiz, el doctor Roberto Augusto Vargas, explica que en estos casos no es recomendable aventurarse a recetar drogas para aliviar malestares que no se sabe qué lo originan porque "el remedio puede resultar peor que la enfermedad".
Agrega que aunque el SFC es muy común –tanto que en otros países como Estados Unidos y México existen asociaciones dedicadas a hacer estudios y ayudar a personas en esta situación– es difícil de detectar porque sus síntomas se confunden con otras patologías que el médico siempre va a buscar descartar antes de pensar que se trata del SFC.
Por ejemplo, indica, además de los antes mencionados, el SFC puede ligarse con un problema de tiroiditis, deficiencia de hierro, anemia o diabetes.
Fuente: Prensa.com
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