Páginas

20 marzo 2007

TAL Y COMO ESTÁ EL MUNDO DE CONTAMINADO, CÓMO ES POSIBLE QUE HAYA GENTE QUE NO CREA QUE LA SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE EXISTE...

Fuente: MI ESTRELLA DE MAR

Nuestra salud cada vez está más relacionada con el entorno en que vivimos. A su vez, la salud de aquellos que nos sucedan a los que hoy estamos aquí, dependerá del mundo que les dejemos, y de una genética cada vez más deteriorada por este motivo.

En este sentido, vivimos rodeados de MILLONES DE PRODUCTOS QUÍMICOS que supuestamente son inocuos a bajas dosis, pero de los que no sabemos sus efectos al interaccionar unos con otros 24 horas al día, toda la vida, incluidos los 9 meses dentro del vientre materno.

De otras sustancias, aún por separado no conocemos sus consecuencias. De otras, sí: cáncer, problemas al feto,y un largo etcétera. Pero ahí están todas conviviendo con nosotros: adultos, niños, embarazadas, ancianos, personas de constitución fuerte o débil, sanos y enfermos (temporales o crónicos)...

Son tóxicos ambientales que respiramos o entran a través de nuestra piel (caso del humo de tubos de escape, chimeneas de fábricas, humo de tabaco...) ; y productos químicos que en la sociedad consumista en que vivimos hemos convertido en “imprescindibles” porque así nos lo han hecho “ver” las industrias que nos los venden y/o imponen.

Los que exponemos a continuación son sólo algunos ejemplos de elementos "imprescindibles" con los que convivimos día a día sin pensar, y cuya mero listado debería invitarnos cuanto menos a reflexionar sobre el mundo en que vivimos inmersos:

  • Productos de limpieza "específicos” para cada "elemento" de la casa, como por ejemplo los muebles (para limpiarlos ; para mantenerlos ; para los de sky, piel, piel sintética, madera, madera tropical, muebles de interior, de exterior…) ; el suelo (para fregar y desinfectar ; para abrillantar ; para el azulejo, el parqué natural, el parqué sintético…) ; el baño (para desinfectarlo, para la cal, para "ratardar su ensuciamiento", para ambientarlo sin tener que abrir las ventanas –que sería lo más natural-…) ; la ropa (para lavar la blanca, la negra, la de color ; para meterla en la lavadora junta sin que se mezclen ni alteren los colores ; para colores resistentes o delicados ; para tejidos de un material u otro ; para aplicar en seco si nos manchamos fuera de casa…). En fin, y suma y sigue. La lista de productos "imprescindibles" para la casa es interminable: para cristales (ventanas, pantallas de ordenador y TV...), para metales (bronce, plata, partes metálicas de las ventanas...) ; etc.

  • Productos de aseo personal para el pelo (fijadores, mascarillas, suavizantes, champús específicos) ; para la higiene íntima (toallitas, geles, cremas, desodorantes -de bola, de spray, de crema, con o sin alcohol-…) ; cosmética ; etc.

  • Sustancias químicas para la alimentación como pesticidas para verduras y frutas ; hormonas, antibióticos, medicamentos, comida con añadidos químicos y elementos de engorde artificial entre otros, para animales que dentro de la cadena alimenticia consumiremos a posteriori (incluidos los peces de piscifactoría) ; tóxicos engullidos por animales en libertad que luego llegan a nuestra mesa (como los peces de mar, cada vez más contaminados por metales pesados a través del gasoil, la basura y catástrofes ambientales de nuestros barcos surcando los mares) ; o añadidos a la comida, ya no digamos si esta es precocinada (conservantes, colorantes, espesantes-emulgentes, aditivos, antioxidantes, potenciadores del sabor...).

  • Químicos con los que se construyen y revisten electrodomésticos, muebles y edificios, de los que algunos ya se ha confirmado en estudios su toxicidad, aunque el interés por los beneficios económicos inmediatos sigan primando sobre cualquier intento de desembolso inicial para obrar el cambio de estos materiales por otros ecológicos o al menos más inocuos...

  • Productos de limpieza agresivos, fumigaciones preventivas continuas, y un largo etcétera en sitios públicos como colegios, oficinas o piscinas (aguas a las que por otro lado se les añade gran variedad de productos aparte del cloro). A ello se suma la potenciación de sus efectos en edificios cerrados defectuosos y el añadido de los químicos portados por cada uno de los integrantes del lugar...
... ¡Y todo ello como si estuviéramos en una dinámica de locura colectiva que, por un lado nos hace padecer de una especie de "síndrome de hospital" que nos impulsa compulsivamente a que todo esté "esterilizado" (idea imbuida por la industria química por medio de agresivas campañas publicitarias) ; y por otro, nos mete en una dinámica de desazón limpiadora como si lucháramos contra la peste bubónica en vez de dentro de un entorno normal en el que es lógico que haya bacterias!.

Sin embargo, curiosamente, las mismas personas en pro de hacer de sus casas una especie de pseudo-hospitales, omiten por contra directrices verdaderamente importantes para evitar infecciones y enfermedades, que de tan lógicas, es del todo incomprensible el que no se lleven a cabo incluso de forma intuitiva, como por ejemplo:
  1. A nivel personal, lavarnos las manos cada vez que sea necesario (como antes de manipular la comida, después de ir al baño, etc.) ; comer lo más sano posible (o sea, productos sin añadidos químicos, o con los menos posibles) ; y vivir en un entorno limpio de quimicos tóxicos o lo más libre que podamos de estos.

  2. A nivel social, estornudar tapándonos la boca y girándonos a un lado ; mantener las calles limpias tirando las cosas a las papeleras, no escupiendo en el suelo o no orinando por las esquinas ; etc.
... Y poco más.

Pero volviendo al tema de los químicos, a lo expuesto habría que añadir además, para empeorar la situación, otros puntos de perjuicio:
  1. La tala masiva de árboles en bosques y ciudades. Lo primero, con consiguiente muerte de millones de animales cada año por esta causa ; y lo segundo, dado que ni la más mínima remodelación urbanística los tiene en cuenta como patrimonio natural a respetar, para no ser talados impúnemente e incluso con nocturnidad para evitar enfrentamientos con los vecinos, con excusas peregrinas o supuestas "enfermedades insalvables” de estos.

  2. Los vertidos a ríos y mares de industrias y barcos.

  3. La masacre de animales y especies enteras: ballenas, focas, y todo lo que se cruce en los planes del ser humano.

  4. La acción de pirómanos, que actúan a sueldo de especulaciones urbanísticas, venganzas, o trastornos psiquiátricos, pero con los que en todo caso las administraciones no ofrecen una legislación realmente dura y efectiva contra ellos por no ser un problema considerado "demasiado importante" como para ponerse a resolverlo de verdad.

  5. Etc.
Y claro, como consecuencia, el cambio climático aumentando progresivamenente año tras año...
  1. La temperatura, que deshiela los polos y repercute en una fauna que se ve forzada a migraciones adelantadas, alteración de sus ciclos naturales, y la desaparición final de alterarse su hábitat hasta el punto de no-retorno.

  2. Los incendios, cada vez más irrefrenables y que a su vez llevan a la desertización de las zonas afectadas, que no acaban de recuperarse cuando ya otro incendio las asola, tanto en flora como en fauna.

  3. El cáncer de piel y los problemas de vista, como en ciertos países del Cono Sur por estar más expuestos a la cada vez más débil capa de ozono.

  4. La alteración del clima habitual en todo el mundo y su sustitución por un extremismo climático en forma de lluvias torrenciales con desbordamientos de ríos (en parte también causados por la urbanización de cauces de ríos y similares), continuos tornados, creación de tsunamis, inundaciones sorpresivas, tormentas de nieve…
Todo es una realidad cada vez más evidente... pero sobretodo para personas que por ello hemos enfermado o estamos viendo agravar nuestras patologías. Cada vez crece más el número alérgicos, asmáticos, enfermos de Síndrome Químico Múltiple, personas con alteraciones inmunológicas y formas específicas de cáncer que se han relacionado con el contexto químico en que vivimos....

Pero el Ser Humano sigue sin darse por aludido... Prefiere pensar que “son exageraciones de un puñado de neuróticos” y que, si están todos esos químicos en el mercado será porque son inocuos y se habrán probado... que pensar, y dudar.

A ellos decirles (si no escogen la estrategia del avestruz de meter la cabeza bajo tierra como si “no pasara nada”), que se informen de por qué ha sido necesario crear por parte de Europa la Directiva REACH y de por qué la industria química entorpeció el nacimiento de esta a lo largo de tantos años (hay varios posts al respecto en MI ESTRELLA DE MAR bajo la etiqueta de "Tóxicos"). Pero claro, es más fácil tranquilizar las conciencias mirando a otro lado y hacer “como si no pasara nada” -ni para uno mismo, ni para los suyos- que despertar de este Matrix en que vivimos, para actuar en conciencia.

4 comentarios:

  1. Bravo bravo y bravo :))
    La gente por lo general se ha acostumbrado a pensar sólo en el ahora-mismo-ya: del de arriba al de abajo, todos somos unos egoístas.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo, María: en general no vemos (o no queremos ver) más allá de nuestras narices y los intereses particulares del día a día.

    De de pensar, se intenta rápidamente "mirar a otro lado" con cualquier excusa. Una pena.

    Un abrazo!,

    ResponderEliminar
  3. Hola Mariajo! Soy una estudiante de Educación Infantil de Barcelona, tengo que realizar un trabajo de investigación junto con dos compañeras y hemos elegido esta enfermedad para ello. Nos parece muy interesante dar a conocer esta afección y informar sobre ella, por eso me gustaría poder ponerme en contacto contigo (si es posible) para poderte hacer una pequeña entrevista para nuestro trabajo. Tu blog me parece muy interesante y súper útil. Mucha fuerza y muchos ánimos desde Barcelona! Muchas gracias de antemano :)

    ResponderEliminar
  4. Mercedes, mis disculpas por no haber podido contestaros en un tiempo razonable. Todo tengo que hacerlo conforme a lo que me marca la salud, me guste o no, y "haya más prisa o no". Y no doy a basto con el blog, ni con todo lo que él conlleva (colaboraciones, peticiones, actualizaciones, redes...). Sólo puedo que hacer una pequeñísima parte de todo ello...

    Realmente lo siento mucho. Si no habéis cambiado el motivo de vuestro trabajo de investigación (dado que no os pude responder a tiempo sería lo más probable y lo entendería), podéis enviarme un un correo electrónico en un mensaje, que si queréis, no publicaría para salvaguardar su privacidad. A través de él, me comunicaía de nuevo con vosotras, pero ya por e-mail.

    Un cordial abrazo,

    ResponderEliminar

Si le gusta el SISS, puede recibir sus actualizaciones en su correo, pinchando aquí.

Los comentarios son moderados para evitar spam y mensajes irrespetuosos.

AVISO. Desde marzo de 2012 no puedo responder por motivos de salud salvo alguna excepción o para colaboraciones. En todo caso en el blog tenéis toda la información a través de su buscador. Gracias por participar.