El SFC es una enfermedad grave e invalidante que muestra una multiplicidad de síntomas que, según cada paciente, pueden manifestarse en más o menos cantidad, y mayor o menor intensidad (para más información ver los posts: "Porcentaje de población afectada por SFC y FM en España", "Diferencias entre astenia, fatiga crónica y síndrome de Fatiga Crónica", "Bibliografía sobre SFC, SQM y FM ", "El Síndrome de Fatiga Crónica y la Fibromialgia, en pocas palabras", entre otros).
Sin embargo la fatiga crónica (fatiga persistente que no cede con el reposo) es el síntoma perenne y mas intenso a todos los enfermos. De ahí que a esta enfermedad se le denomine por su síntoma más característico (Síndrome de Fatiga Crónica), una acepción que no gusta al enfermo, y que es muy cuestionada en general, pues este nombre hace que, además de ser una enfermedad poco conocida, la gente piense que es "poco importante" y no lo que es: una patología seria y grave, de carácter multisistémico (ver más en el post: "El Síndrome de Fatiga Crónica y la Fibromialgia en pocas palabras") .
Tras años de experiencia con enfermos de SFC, el doctor Joaquim Fernández-Solà, coordinador de la Unidad de Fatiga Crónica del Hospital Clinic de Barcelona (sistema público), ofreció una valoración de la fatiga en cuatro niveles, según el grado de repercusión en la calidad de vida y actividades cotidianas del enfermo.
Esta tabla es actualmente el referente para medir el nivel de severidad de la fatiga en el SFC.
GRADO 1 DE FATIGA (LEVE)
Permite al enfermo llevar una vida prácticamente normal, que no lo limita para las actividades laborales ni las de ocio.
la fatiga (o sea, "el malestar o fatiga post-esfuerzo superior a 24 horas") aparece cuando se requiere hacer un ejercicio o actividad que se sale de lo normal.
puede hacerse más evidente si hay procesos que coexistan con ella (por ej., una enfermedad infecciosa intercurrente), o alguna circunstancia que altere el ritmo normal vital (por ej., no dormir bien durante una temporada seguida).
En general, la afectación sobre las actividades de la vida cotidiana es inferior al 20%, y el entorno del enfermo no nota esta sintomatología fácilmente.
GRADO 2 DE FATIGA (MEDIO)
Supone ya una interferencia más importante y más constante en la situación vital del enfermo.
le cuesta realizar su actividad laboral.
a veces no puede acabar algunas tareas que había iniciado, o fracasa en algunos objetivos prefijados (por ej.: estudios o cursos de actualización).
puede requerir bajas laborales episódicas.
esta situación empeora aún más cuando coinciden enfermedades o situaciones concurrentes (infecciones, cambios de estado de ánimo, cambios estacionales).
En general limita las actividades de la vida cotidiana entre un 30-50%, y es detectado por el entorno del enfermo, que aprecia un cambio sustancial del paciente con respecto a la situación previa a la enfermedad.
GRADO 3 DE FATIGA (SEVERO)
Supone una importante y marcada repercusión sobre las actividades de la vida cotidiana. Invalida al enfermo para cualquier actividad que suponga cierto esfuerzo continuado.
el enfermo no puede trabajar.
sólo puede hacer mínimas actividades de leve intensidad y transitoriamente.
afecta a todos los ámbitos vitales (trabajo, ocio, vida sexual).
suele mantenerse de manera constante, con agudizaciones durante las enfermedades concurrentes.
Afecta en más de un 50%.
GRADO 4 DE FATIGA (EXACERBACIONES)
Es una situación de agudización transitoria hasta el punto de que el paciente no puede moverse de la cama y precisa ayuda para las actividades básicas. No suele durar más de diez días.
Fuente: Fernández-Solà, J. (coord.) Sobrevivir al cansancio, una aproximación a la situación de fatiga crónica. Barcelona: Viena Ediciones, 2003. Págs. 63-65.